Timor, un adiós indeseado sin homenaje en el Leganés-Girona
Problemas físicos le impedirán viajar hasta Madrid con el Girona. El mediocentro puso fin a su etapa pepinera de forma abrupta. En curso y medio se convirtió en leyenda.Girona - Rayo en directo: LaLiga Santander, en vivo, jornada 10
La barba de Timor ya no luce por Butarque. Tampoco lo hará este miércoles, cuando su nuevo equipo, el Girona, visite por primera vez en la máxima categoría al equipo en el que este mediocentro valenciano se hizo leyenda, el Leganés. Sus problemas físicos, ésos que ya arrastraba cuando aún era futbolista pepinero, le impedirán recibir el homenaje de la que fuera su parroquia, a la que encandiló durante temporada y media, ésa a la que dejó el corazón roto cuando, el último día del mercado de fichajes, hizo las maletas para poner rumbo a Montilivi.
Tres días más tarde, con el recuerdo aún caliente por su marcha, Timor escribió una misiva que envío al club y en la que se despedía del público del Leganés. La carta original que redactó arrancaba así: “No ha sido una decisión fácil. Pero desde pequeño me enseñaron a valorar y ser valorado. Dejemos aparte esos temas”, ponía. Esa parte nunca se llegó a publicar en el comunicado que el Lega emitió. Era mejor no despertar en las arenas movedizas que acabaron con su zurda lejos de la capital tras un tortuoso (e inacabado) proceso de renovación.
El final del camino, aunque amargo e indeseado para todas las partes (Timor quería quedarse en el Lega y el Lega no quería que Timor se marchase), no ha borrado el resto del trayecto impoluto con el que el ya ex 24 blanquiazul se ha hecho un hueco en la historia pepinera y que, como el propio Timor recitó en la misiva, tiene tres fechas marcadas a fuego:
“27-1-2016. Mi llegada a Leganés
04-06-2016. Ascenso en Anduva
13-05-17. Misión cumplida”
Con la primera, Timor se convirtió en parte de la plantilla histórica que subió a la máxima categoría. Lo hizo tras dejar sin brillo el Valladolid. En Butarque, sin embargo, se hizo imprescindible en cada entrenamiento. En cada partido. El último de aquel curso en la categoría de plata fue el triunfo ante el Mirandés, ése que elevó al Lega al Olimpo de Primera gracias a un cabezazo de Insua… a pase de Timor. Fue él, Timor, quien puso el córner con el que se logró el 0-1 definitivo.
Menos de un año después, ya en mayo de 2017, el Leganés festejó en Butarque la permanencia entre los mejores en la última jornada del curso frente al Alavés tras haber cerrado en la jornada previa la continuidad. Aquel empate a uno en San Mamés rubricó ese “misión cumplida”, con el que el club hizo eslogan de la hazaña y al que también se refería Timor en su carta.
El Lega llegó al broche de Liga frente a los vitorianos con los deberes hechos y ahí también destacó Timor. Suyo fue el misilazo a la escuadra que, desde 30 metros, selló el empate definitivo cuando el crono y toda la temporada, agonizaba. Nadie podía entonces imaginar que ese zurdazo puso broche perfecto a una campaña que acabó definitivamente (y de forma abrupta) el 1 de septiembre. Sin tiempo para despedidas sobre el verde. Sin tiempo para un ‘hasta siempre’ que tendrá que esperar. El miércoles la barba de Timor tampoco lucirá por Butarque.