Espanyol y Celta escenifican los dos caminos de la clase media
Los olívicos triplicaron la inversión en fichajes, 25’5 millones contra 8’6, vendieron un canterano y ficharon juventud. Su política evoca al Sevilla de Monchi.
El arduo reto de mejorar la octava plaza de la pasada Liga pasa en el Espanyol por derrotar a un Celta que aún tiene más difícil superar los hitos del anterior curso —semifinales de Copa y Europa League—, salvo su decimotercer puesto liguero. Se medirán este lunes en Cornellà (21:00 horas) dos exponentes de la clase media con aspiraciones que tomaron caminos distintos en la confección de sus plantillas.
Así, continúa Quique Sánchez Flores en el Espanyol y el Celta estrena a Juan Carlos Unzué por la marcha de Eduardo Berizzo, pero los olívicos mantienen su apuesta por el juego combinativo y de ahí que, igual que los pericos, su prioridad en el mercado consistiera en apuntalar el bloque. Con una salvedad, en la que radica la clave de casi todo: en Vigo sí se avinieron a la venta de uno de sus activos de cantera, Pape Cheikh, mientras que desde Cornellà prefirieron aguantar a un año más a valores de casa como Aarón Martín.
El traspaso de Cheikh al Olympique de Lyon (donde, por cierto, se cruzó con Sergi Darder) por diez millones fijos más cuatro en variables permitió al Celta completar el segundo mayor desembolso de su historia: la compra de Emre Mor al Borussia Dortmund por 13 millones. Pero antes, la dirección deportiva dirigida por Felipe Miñambres ya había asegurado el fichaje de Stanislav Lobotka (del Nordsjaelland) por cinco millones, había ejecutado la opción de compra de Jozabed Sánchez (Fulham) por 3’5 y se había hecho con el que está siendo la sensación del inicio liguero: Maxi Gómez, por quien abonaron cuatro millones de euros a Defensor.
El club olívico ha invertido 25’5 millones en un mercado en el que el Espanyol, por su parte, desembolsó 8’6, solo un tercio de esa cantidad (a su vez, los ingresos por ventas también rondaron la mitad): 3’5 por Leo Baptistao, 2’5 por Naldo Gomes, 1’3 por Pablo Piatti, alrededor de uno por Diego López y 300.000 euros por la cesión de Sergi Darder.
Otra diferencia en los caminos son los nombres y la edad de los refuerzos. Mientras que el Espanyol ha tratado de asegurar el rendimiento y la identificación, el Celta ha apostado por promesas que cuentan con entre 20 y 22 años, salvo Jozabed (26). Evoca la política de los celestes a la del Sevilla de Monchi. Y con un límite salarial unos diez millones inferior al de los pericos.
Los fichajes de Espanyol y Celta
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