El Barcelona pidió penalti poco antes del minuto 70 por una patada de Djené a Luis Suárez, que cayó derribado en el área, provocando las protestas culés al árbitro del encuentro.
Fue una acción rápida, en la que el defensa del Getafe tenía la pelota controlada en la zona defensiva azulona hasta que se vio sorprendido por un Suárez que se metió entre él y el balón.
Djené no tuvo tiempo de reacción y tocó en la pierna a Suárez, que acabó tendido en el césped. Pese al contacto y a las reclamaciones azulgranas, Fernández Borbalán no indicó nada, como tampoco lo hizo en la continuación de la jugada, cuando Umtiti derribó fuera del área a Álvaro Jiménez, pese a las quejas de los de Bordalás, que pidieron penalti.