Manuel Ruiz de Lopera, expresidente del Betis, retomó esta semana el juicio penal en el que se le acusa de "apropiación indebida" pero en el que la Fiscalía ha pasado de pedir para él más de tres millones de euros de multa y tres años de cárcel a apenas seis meses, conmutables por unos nimios, en comparación, 3.600 euros.
La Fiscalía se fundamenta en el acuerdo que firmaron en julio Lopera, el gobierno actual del club verdiblanco, dos plataformas demandantes (Liga de Juristas y Por Nuestro Betis) y el empresario navarro Luis Oliver, de Bitton Sport, que también reclama la titularidad del paquete mayoritario del 51 por ciento. Lopera y Oliver renunciarían a esas acciones a cambio de entre 15 y 20 millones (esto último, si se considera dinero el levantamiento de unos avales del expresidente) y el club las pondría a la venta. Se supone que con este pacto se acabaría el entramado judicial...
Pero no. El 31,38 por ciento de esas acciones sigue suspendido cautelarmente en el Juzgado Mercantil desde hace más de dos años y medio, cuando quedó visto para sentencia un juicio en el que discutió si Lopera había pagado o no esos títulos en 1992. Los firmantes del pacto con el expresidente y Oliver solicitaron a finales de julio al juez Javier Carretero que "termine el procedimiento y levante las medidas cautelares" que pesan sobre ese 31,38, pero Carretero ya ha comunicado que no puede hacerlo sin que todos los firmantes den su consentimiento.
Entre esos firmantes se encuentran varios miembros de Béticos por el Villamarín, plataforma que no se adhirió al acuerdo en julio y que de hecho este lunes solicitó formalmente su suspensión ante la Audiencia Provincial de Sevilla. BXV se preguntó sobre "el beneficio del pacto" para la entidad, toda vez que desposee de culpabilidad a los acusados, además de enriquecerles con varios millones de euros, y de que Lopera, legalmente, no puede disponer de esas acciones al encontrarse aún suspendidas.
Si BXV no se retira del pleito Mercantil (y no lo hará, según fuentes de la plataforma a este sitio web) habrá que esperar a que el juez Carretero dicte sentencia. También cabe la posibilidad de que Lopera reconozca que no pagó aquel 31,38 por ciento de esas acciones en 1992, es decir, en términos jurídicos, "se allane". Eso significaría reconocer un delito y, consecuentemente, que ha gobernado el club verdiblanco durante más de 18 años sin tener la mayoría accionarial. Algo que elexpresidente, al menos en principio, no estaría dispuesto a hacer.