Ahora sí se le puede exigir al Deportivo
Compareció Richard Barral para hacer balance del mercado de fichajes. El único dato económico fue que el tope salarial subirá 10 o 12 millones, algo que sabía hace tres meses, y que se ha gastado todo entre traspasos y salarios. No sabemos lo que recibe el Arsenal por la cesión de Lucas, lo que ha costado Schär o Gerard Valentín. Por no saber, no sabemos si Diego Rolan es o no del Depor, porque ni desmintió ni confirmó. En definitiva, un opaco velo sobre la teórica transparencia de Tino y su consejo. Saber el precio de los jugadores, ya no digo su salario, permite juzgar si fue una buena inversión; si su rendimiento está por encima o por abajo de lo exigible, aunque puede que desvelar esos datos no sea la función de Barral.
En esta ceremonia de medias verdades, el cálculo sitúa el gasto en fichajes y salarios en unos 36 millones de euros, cifra respetable. Es el cuarto proyecto de la era Tino y hay una clara apuesta por mantener y apuntalar un bloque bastante hecho. La agonía ha sido absoluta los tres años precedentes y ha llegado el momento de exigir más. De pedir no sufrir. De que Mel exprima a Lucas, Andone, Sidnei, Valverde y compañía. El propio Juan Carlos Escotet, presidente de Abanca, lo dejó claro el 30 de junio tras conceder un crédito de 45 millones: “Esto dará músculo económico al club. No garantizará la permanencia, pero habrá menos excusas”.