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LIECHTENSTEIN 0 - ESPAÑA 8

1x1 de España: Morata avisa a Costa y Aspas suma más méritos

El ariete aprovechó la ocasión para reivindicarse en la goleada ante Leichtenstein. La defensa de tres no fue exigida. Silva hizo lo que quiso. El gallego aprovechó la ocasión.

1x1 de España: Morata avisa a Costa y Aspas suma más méritos
Gian EhrenzellerEFE

El partido podría resumirlo una jugada en el minuto 67. España, jugando con tres centrales por la debilidad de Leichtenstein, colgó un balón al aérea rival con Nacho y Piqué, dos de los defensas de Lopetegui, sumados al remate sin haberse descolgado tras un córner o esperando que cayera un balón parado. La selección defendía con un solo hombre y parecía que hasta sobraba. Entonces ya iban 0-6. La goleada se esperaba. A España le dio para probar otros dibujos, para repartir minutos y para espolear a Morata. Hizo dos goles que pudieron ser cinco. El Mundial de Rusia está más cerca que nunca. Falta un paso. Como mucho paso y medio.

De Gea: La portería fue la única línea en la que no se rotó. Si ante Italia intervino poco, pero de manera decisiva, frente a Liechtenstein fue un espectador más. Tuvo un error, más cómico que grave, en el 40’ al despejar mal y caerse al despejar un balón cedido por su defensa. Su mayor trabajo se centró en los balones colgados cuando el ritmo del partido dio una tregua al rival.

Ramos: Fue decisivo desde el inicio: marcó en el 2’ de cabeza el 0-1. Cayó más a la banda que de costumbre al tener que jugar con tres centrales. Este sistema le divierte. Con él da rienda suelta a su faceta ofensiva, entra mucho en contacto con el balón y airea de forma más vistosa su excelente condición física con tanto ir y venir. Fue cambiado al descanso.

Piqué: Muy poco exigido. Fue el eje de esa defensa de tres. Con Ramos y Monreal como marcadores (sin marca) y la poca tarea en tareas defensivas, su labor principal fue la salida de balón. En eso es el mejor. Otro que hizo como en los entrenamientos: un descanso activo. Se pasó buscando el gol al subir al ataque repetidamente en jugadas que no venían a cuento.

Monreal: Fue una de las novedades del once. Combinó su faceta habitual de lateral con la de central. En la primera cumplió sin complicarse. En la segunda se le vio bastante cómodo. No había rival para medirle como marcador. Silva le ayudó mucho en la izquierda. Subió bastante menos por su banda que sus compañeros en la otra banda. Aún debe soltarse.

Thiago: Otro de los cambios que introdujo Lopetegui. Con Busquets a su espalda e Iniesta a su lado, ambos excompañeros en el Barça, se sintió de maravilla. Se nota que ha madurado. Mejor lectura del juego y más eficaz. Menos pases arriesgados y menos obsesionado con las formas. Tuvo mucha movilidad y llegada. En defensa, no le dio tiempo ni a presionar. Liechtenstein perdía el balón casi sin quererlo. Regaló una roulette para enmarcar.

Busquets: Otro sobresaliente a su profesionalidad. El rival no exigió nada, pero él se tomó el partido con la seriedad de una final. Robó innumerables balones que condenaron a Liechtenstein a no poder respirar un segundo tras recuperar el balón. Cuando está arropado y tiene socios cerca, para crear o para robar, se crece. Si al fútbol sólo pudiera jugarse a un toque por intervención, él sería candidato al Balón de Oro. Vio una amarilla. Baja ante Albania.

Iniesta: Buen centro en el 0-2 tras una pared con Isco. Partido plácido para poder dosificar con el balón en los pies. Mientras que Italia sí que le tuvo muy vigilado (sin éxito) para que no filtrara pases interiores, el juego zonal de Liechtenstein le permitió tocar sin agobios, aunque también sin demasiados espacios. Le sigue faltando algo de chispa para romper líneas. Esta vez no hizo falta que sacara a pasear su paleta de virtudes.

Isco: Su participación en el partido será recordada por el regalo que le hizo Jehle para marcar el tercer tanto de España a puerta vacía. Antes ya había buscado su típico gol de rosca. No aprovechó el flojo nivel del rival para gustarse más de lo normal. No se complicó, tocó de primeras, midió los esfuerzos y evitó choques innecesarios de cara al infernal mes de septiembre que se avecina. Fue sustituido en el minuto 55.

Pedro: Suplente en el anterior partido, saltó al campo con el hambre de siempre en su banda natural (como Silva en la izquierda). Trabajó a destajo, como ya es habitual, alternó de maravilla el desmarque de apoyo entre líneas con el de ruptura, encaró y siempre miró a portería. Su mejor detalle, el centro de rosca en el segundo tanto de Morata. Medido. Cambió de banda cuando entró Deulofeu.

Morata: Tras jugar con falso ante Italia, Asensio le cedió el puesto. Y otra vez, como casi siempre, el ariete respondió. Lo remató todo de cabeza. Marcó el 0-2 en fuera de juego y le anularon otro en el que estaba en línea al rematar. Después hizo el 0-6 para igualar a Diego Costa como pichichi. Pudo marcar varios tantos más. Su actuación debería poner las pilas al delantero del Chelsea Diego Costa, aún de vacaciones.

Silva: Jugó en la izquierda y no a pierna cambiada para abrir lo máximo posible el campo para no atascar el centro con sus diagonales e intentar romper por fuera. Lo hizo genial. Puso el 0-1 a Ramos, dio otro gol mal anulado a Morata y rubricó su partidazo con una falta mágica a la escuadra. Fue muy inteligente para intercambiar el pase corto con los cambios de orientación, y el juego combinativo con el desborde en busca de la línea de fondo. Cada vez lee mejor los partidos. Sólo jugó 45 minutos.

Lopetegui: Repitió el dibujo de la primera vuelta ante Liechtenstein con tres centrales y volvió a salirle el plan a la perfección. Si aquella vez el partido acabó 8-0, en esta ocasión repitió la goleada. El seleccionador cuidó de nuevo hasta el mínimo detalle. Un detalle: permitió descansar de salida a un jugador del Barça (Alba) y a otro del Madrid (Carvajal), los clubes con el calendario más apretado, con LaLiga a la vuelta de la esquina (tres fueron titulares por cada club). El espectacular desgaste de ambos laterales ante Italia pedía descanso.

Suplentes:

Nacho: Suplió a Ramos en el intermedio. El central, como siempre, hizo todo con la máxima corrección. El ataque de Liechtenstein no le exigió, así que le dio para explorar otros caminos por la banda derecha. Pudo hasta marcar de cabeza.

Iago Aspas: Entró tras el descanso por Silva y aprovechó muy bien la oportunidad. Hizo un doblete y ya lleva tres tantos como internacional. Marcó en el 50’ tras un buen cabezazo de Morata y en 62’ después de un buen recorte en el área pequeña. Además, dio una asistencia de lujo a Morata en el 0-6. Más que un meritorio ya se está haciendo indispensable como revulsivo.

Deulofeu: Entró por Isco en el 55’. Obligó a cambiar de banda a Pedro para que él pudiera jugar en la derecha. Intentó sumarse a la fiesta con su habitual juego de uno contra uno. Forzó el 0-8 que Leichtenstein marcó en propia puerta a tres minutos del final.