Los otros 21: de Urzáiz, De la Peña, Molnar o Tayfun
Antes de que ese dorsal lo llevase Jarque, hasta nueve jugadores ya lo habían lucido. Quique Martín lo llevó dos campañas y Tayfun, el último en lucirlo.


Desde la temporada 2004-05 hasta la 2008-09, Dani Jarque lució el dorsal 21 en su camiseta. Tras su fallecimiento, ese número ya es indisociable al Espanyol y a su memoria: la puerta 21 del estadio, el minuto 21 de los partidos jugados en Cornellà-El Prat y el propio dorsal 21, que ahora llevará Marc Roca, canterano como lo fue el eterno capitán perico. Pero antes de que Jarque se adjudicara el número, hasta nueve futbolistas del Espanyol ya lo habían portado anteriormente, desde que en la campaña 1995-96 la Liga obligó a que los jugadores del primer equipo tuvieran asignado un número del 1 al 25.
El primero de ellos fue Ismael Urzaiz, delantero imborrable también en la memoria españolista pese a jugar solamente aquel curso. En una esplendorosa temporada con José Antonio Camacho, el delantero anotó 13 goles y formó un ataque temido con Jordi Lardín (17 tantos). Su rendimiento le valió para que lo fichara el Athletic Club, donde hizo carrera, anotó más de 100 goles y logró ir a la Selección. Su dorsal lo heredó primero Miguel Hernández, que no llegó a jugar esa temporada. Luego se marchó al Salamanca y quedó en manos de un belga que pasó de puntillas, Dominique Lemoine, quien apenas jugó siete partidos en la campaña 1996-97. Uno de ellos, el imborrable último encuentro en Sarrià, donde el internacional disputó 26 minutos. El número 21 estuvo también presente aquella tarde ante el Valencia.
Entre 1997 y 1999, Quique Martín le dio estabilidad al dorsal. Aquel correcaminos zurdo, algo alocado, disputó 53 partidos entre ambas temporadas y anotó cuatro goles. Criado en la cantera del Barcelona, fue de más a menos, y acabó yéndose al Salamanca de Segunda División. Su número recayó en otro extranjero con paso sigiloso por Motjuïc: Balazs Molnar. Solamente jugó cuatro partidos de Liga y, para no dejar huella en las estadísticas, no vio ni una sola cartulina. Al menos sí participó en la Copa de Mestalla, jugando ante Albacete y Córdoba en las rondas menores. El número 21 estuvo también presente.
Después de la marcha de Molnar a Elche, David Aganzo, un joven delantero de la cantera del Real Madrid, heredó el dorsal. Tampoco tuvo suerte. Jugó solamente 11 partidos y no logró marcar. Solo hizo dos tantos aquella temporada, pero con la Selección Sub-21. De la espalda de Aganzo a la de Iván Díaz, quien, como Jarque, procedía del filial. La continuidad le fue esquiva: jugó nueve partidos en la campaña 2001-02 y tuvo que buscarse las habichuelas fuera del Espanyol.

En la campaña 2002-03, un jugador de talento, que también hizo historia en el Espanyol, lució ese dorsal. Se trata de Iván de la Peña, que volvía a Barcelona después de su infortunio en Inglaterra e Italia. Disputó 29 partidos, fue titular indiscutible, aunque aquel equipo padeció hasta la llegada de Javier Clemente. Al final logró salvarse. No lo heredó la siguiente campaña, en uno de aquellos arrebatos del mediapunta, quien se resistió a firmar su renovación y no se incorporó al equipo hasta la jornada 12. A partir de ahí De la Peña ya fue el 9.
El 21 cayó en manos de otro jugador que solo vivió una temporada en el Espanyol. Todo le fue cuesta arriba a Tayfun Korkut, de más a menos, relegado a la suplencia en el tramo final de la Liga (no fue titular ni un partido en la segunda vuelta). Un curso que gracias a Luis Fernández y a la espectacular segunda vuelta de Raúl Tamudo se salvó en la última jornada ante el Murcia. El turco ya compartió vestuario con Jarque aquel año, un asiduo a los entrenamientos del primer equipo, con quien jugó nueve partidos. El último dorsal 21 antes del central perico curiosamente también jugó 21 partidos en su paso por el Espanyol.