Un milagroso Oblak no puede evitar la derrota eslovena
Seis paradas de mérito, la mitad cuando ya se cantaba gol mantuvieron a Eslovenia en el partido hasta que el eslovaco Nemec, en el área pequeña, logró batir al portero del Atlético.
Hubiera sido una injusticia épica, pero porteros como Oblak son capaces de sostener por sí solos a un equipo entero. El gigante esloveno contuvo a la hinchada eslovaca del Antona Malatinského Trnava hasta el minuto 81 con varias intervenciones milagrosas, pero Nemec, tras tres rebotes, uno de ellos después de un remate al larguero, acabó liquidando en el área pequeña las ilusiones eslovenas. Eslovaquia había sido tremendamente superior gracias a un gran Lobotka, el nuevo fichaje del Celta.
Pero el festival de Oblak comenzó mucho antes. En el minuto 15 le sacaba un primer remate a bocajarro a Nemec. A renglón seguido era Hamsik (al que hace algunas semanas le detuvo ya un penalti durante el Nápoles-Atlético) el que no podía con el esloveno con un tiro desde unos 20 metros. El capitán del equipo italiano cantaba ya el gol en el 35' tras botar un libre directo, pero Oblak se agigantó aún más para detenerlo cuando algunos ya lo celebraban. El colchonero terminó su festival del primer tiempo con otras dos paradas de mérito, casi sobre el descanso.
Último milagro.
Tras la reanudación, Eslovenia tampoco salió entonada en defensa y en el 51' Oblak le negaba de manera fantástica el 1-0 a Mak, resolviendo un uno contra uno de forma fantástica. La cuota de milagros se acababa, el resultado era injusto por los méritos de unos y otros y la cuerda se rompió en el 81'. Nemec, a puerta vacía y en el área pequeña tras un remate al larguero de Hamsik, sentenciaba el partido.
