El Barça y el embudo contrarreloj en la operación salida
A pesar de haber protagonizado la mayor venta (no deseada) de la historia del fútbol el problema del Barcelona en su operación salida es evidente.
El Barça tiene dos problemas en su operación salida. Uno es el tiempo, el mercado termina el uno de septiembre y el otro es de volumen. El equipo blaugrana tiene que aligerar peso de nómina, ingresar dinero para afrontar fichajes y hacer sitio a los nuevos, especialmente en el centro del campo, donde la sobrepoblación de jugadores es preocupante.
Ya explicó Robert Fernández, secretario técnico del club, en la presentación de Ousmane Dembélé que "de las largas conversaciones que he tenido con Valverde, la mayoría han versado sobre las salidas más que sobre las llegadas".
A Valverde no le gusta trabajar con una plantilla tan larga como la que tiene. Es un técnico que siempre ha intentado tener 20 jugadores y tres porteros para poder tener a todo el mundo enchufado y repartir minutos. No le gusta que las plantillas con el paso de los meses se dividan entre el grupo de los que juegan y el de los que no cuentan para nada porque considera que esta circunstancia repercute en el trabajo diario. A fuerza de no ir convocado, el jugador baja el rendimiento en las prácticas y eso acaba por afectar el rendimiento del conjunto.
De momento, Valverde ha aguantado de todo desde que llegó al Barcelona. Principalmente, el lío de Neymar, al que tuvo que alinear en la gira por motivos contractuales en vez de buscarle alternativas. Se ha adaptado a todo sin alzar la voz, pero en las reuniones con los responsables técnicos ya les ha dicho que necesita aligerar la plantilla.
Hasta el momento, el mercado de salidas del club, es el siguiente:
Mathieu: Traspasado con la carta de libertad al Sporting de Portugal. No firmó hasta que no pasó un período de prueba y cumplió en un amistoso. Se lesionó en la primera jornada.
Neymar: El París Saint-Germain dio el golpe del verano al llevárselo pagando la cláusula de 222 millones. Un precio que revolucionó todo el mercado y que afectó directamente a las compras del Barça.
Samper: A una semana de iniciar la competición le dijeron que no contaban con él. Pidió la carta de libertad, pero al final el club le convenció para ir cedido cedido. Jugará este curso en la UD Las Palmas.
Marlon: Contaba con quedarse como cuarto central, pero no convenció a Valverde en la gira. Está en Niza para cerrar una cesión.
Arda: No se quiere mover a pesar de que sabe que no cuenta para el técnico. Rechazado por el Mónaco en el último intento de colocarlo en algún equipo, su única opción de salida parece ser el Galatasaray, que no parece dispuesto a pagar nada por él. Lo quiere con la carta de libertad.
Munir: Rechazó ir a la Roma. Tiene ofertas de la Premier pero el Barcelona pidió mucho dinero por él (20 millones) y los posibles compradores se echaron atrás. También pide la cláusula de libertad.
Douglas: El Bursaspor turco le quiere cedido y ha hablado con su agente. El Benfica negocia con el Barça. Él quiere quedarse.
A. Gomes: Ofrecido a media Europa para cuadrar caja y dejar sitio. Mendes lo ha intentado colocar en media Europa pero sin éxito. La Juventus no aceptó y el PSG tampoco parece que vaya a picar.
Vermaelen: También con ofertas de Premier (Crystal Palace y Aston Villa), pero ante la falta de centrales podría quedarse. Valverde sólo le ve el problema de las lesiones, que no es poca cosa.
Rafinha: Lesionado desde hace meses y con una recuperación complicada que supera los márgenes que se le pronosticaron en su día. Aún así cuenta con ofertas de Arsenal y Milan. Ve que va a jugar poco y es año de Mundial. Aceptaría salir, pero la lesión es problema.
Denis Suárez: No era de los que el Barça preferiría vender, pero el Nápoles anda interesado en el jugador por insistencia de Maurizio Sarri. Su salida sería una opción para oxigenar un exceso de jugadores en el centro del campo y podría dejar algo de dinero.