1x1 del Madrid: Asensio enamora en la pitada a Bale y Benzema
El Madrid no pasó del empate ante el Valencia. Los de Zidane rascan un punto gracias a dos genialidades del mallorquín. Francés y galés, silbados por el Bernabéu
Keylor. Nada pudo hacer en el primer gol del Valencia. El jugador ché remató a placer dentro del área pequeña. Imposible para Keylor. En el primer tiempo ganó dos balones por alto que aprovechó para montar dos contraataques muy peligrosos. En el 70' se erigió como héroe al sacar un puño salvador en un saque de falta directo. En el segundo gol, el de Kondogbia, se estiró al límite pero no pudo llegar a tocar el cuero.
Carvajal. El lateral madridista tuvo que sufrir un dolor de cabeza durante todo el partido. Lato y Gayá le exigieron estar al máximo los 90 minutos. En el tanto de Carlos Soler, el 1-1, no pudo con Lato. El lateral ché adelantó a Carvajal por su espalda y llegó sólo a línea de fondo. El canterano valencianista sólo tuvo que centrarla atrás para que rematara su compañero a la red. Cuando el Madrid buscó la victoria, Carvajal fue uno de los que más lo intentó en ataque.
Casemiro. Su titularidad no sorprendió. Zidane sólo tenía a Nacho como central puro y tuvo que echar mano de Casemiro en el eje de la defensa. Señalado en el tanto del Valencia. Perdió su marca y Carlos Soler remató completamente sólo dentro del área pequeña para empatar el encuentro. Ese pequeño error no le enterró. Al filo del descanso cortó un contraataque del Valencia que olía mucho a gol. En el gol de Kondogbia, el 1-2, llegó tarde y no pudo cortar los dos pases clave de la jugada. Tardará en volver a jugar como central.
Nacho. Sin Ramos y Varane en defensa, el canterano blanco tuvo que ejercer de jefe en la línea de cuatro atrás. No fue protagonista y eso en un defensa es positivo. Formó pareja insólita con Casemiro y la afición madridista echo de menos a los titulares por momentos. Se encontró demasiado trabajo atrás. El Valencia se plantaba demasiado fácil en el área del Madrid. No salió en la fotos de los dos goles en contra.
Marcelo. El brasileño no estuvo tan participativo como acostumbra. No dispuso de oportunidades suficientes para sumarse al ataque. En las jugadas que llegó a línea de fondo no encontró el centro preciso a sus compañeros. En defensa no se dificultó. Las jugadas de peligro del Valencia no vinieron por su lado nunca. En los compases finales pidió un penalti. No lo fue.
Kroos. El Bernabéu disfrutó de una de las versiones más trabajadoras de Kroos. Con Casemiro como central, el alemán tuvo que ejercer en la posición de su compañero. Se situó por delante de la defensa. Todos las jugadas pasaban por sus botas. El pulpo del Madrid ante en Valencia. Demasiado invisible en el ataque. Se limitó a dar pases horizontales y apenas se sumo en tareas ofensivas. Llegó tarde en el gol de Kondogbia. Se retiró por Mayoral.
Modric. Más preocupado de las tareas defensivas que de las labores ofensivas. El croata no mostró tampoco su mejor versión, aunque fue uno de los más trabajadores en la medular blanca. Echó de menos a Casemiro, esta noche de central. Perdió el centro del campo en tramos del partido. Tuvo que salir Kovacic tras el descanso para echarle un cable obligatorio.
Isco. El malagueño se mostró intermitente, pero apareció cuando más en falta se le echaba. El centro del campo del Valencia se apoderó del balón en gran parte del primer tiempo. Fue en este momento cuando Isco se alió con Modric para recuperar la posesión. El estadio también disfrutó de su inspiración mágica. En el 40' sacó su varita. Controló en el área un balón llovido del cielo, amagó una, dos, tres, cuatro veces y terminó perdiendo la bola. Sentó a tres futbolista. El cuarto le quitó el cuero. ¿Si le llega entrar eso? Se cae el Bernabéu... No se vistió de corto al terminar el descanso. El centro del campo madridista pedía un Kovacic a gritos.
Asensio. El mallorquín tiene enamorado al Bernabéu. Lo de este chico ya no es sorpresa. Sólo tardó nueve minutos en levantar a toda una afición que le ama. Asensio se hizo con una pérdida de balón del Valencia, arrancó hacia la portería, encaró a Murillo, se lo quitó de encima y golpeó con pierna izquierda. Neto sólo pudo mirar como el balón entraba en su portería. En el 82' empató el partido con una falta directa. Con la zurda. Disparo secó. Neto se quedó en el sitio. Otro golazo. Otra vez el Bernabéu en pie. Asensio salvador...
Bale. El galés protagonizó una de las silbadas de la noche. En una jugada clara de peligro para su equipo tomó una decisión errónea y la afición se se lo recriminó con silbidos. No está nada fino. Está muy lejos de la versión por la que fichó por este club. Contra el Valencia fue uno de los peores de su equipo. No ayudó en defensa, impreciso con el balón en los pies y negado de cara a puerta. Cada vez que fallaba una posesión el Bernabéu le castigaba con pitos. En el 73' se retiró del terreno de juego entre pitos.
Benzema. El francés fue uno de los señalados por el madridismo. Dispuso de las mejores oportunidades de gol y se terminó el partido sin ver puerta. El francés participó en todas las jugadas con peligro de su equipo. Tuvo su primer gol en el 16'. No llegó a rematar un centro de Asensio desde la derecha. Gran parte del graderío ya estaba celebrando el tanto. En el 36' se ganó el aplauso de los 65.000 espectadores que acudieron al campo con un contraataque de 80 metros. Ocho minutos después todo lo contrario. Pitos en el 44' por no cabecear a gol un tanto cantado. En el 88' falló el gol de la victoria. El estadio ya cantaba el tanto, Benzema lo mandó fuera. Inexplicable. Dicen que Benzema no es un rematador puro. Esta jugada lo dejó bastante claro.
Kovacic. El croata tuvo que salir al rescate del centro del campo madridista después del descanso. Todo apuntaba a que Kovacic iba a ocupar el hueco de Casemiro en la medular. Zidane no lo sacó de inicio y tuvo que rectificar cuando se fueron a vestuarios.
Lucas Vázquez. Entró en el segundo tiempo por un pitado Bale. Se pegó en la derecha y encaró en todas las pudo. No fue revulsivo.
Borja Mayoral. Entró en los últimos compases del partido. No tuvo la oportunidad de marcar el gol de la victoria.