El Barça huele a revolución
El desencuentro entre la plantilla y la cúpula del club alcanzó niveles máximos ayer. La directiva, muy molesta por “el motín de instagram” según la SER.
Las llamaradas en el Barça se ven a kilómetros. La Cadena SER anunció este martes por la noche que la directiva azulgrana está “muy molesta” y considera “intolerable” el motín de Instagram que inundó las redes ayer cuando Messi posteó en su cuenta una foto con Neymar y Luis Suárez en la fiesta de cumpleaños de Davi Luca, hijo del brasileño, en su casa de Castelldefels. Si no fue un motín a bordo, lo pareció mucho. En la reunión no faltó ni Daniel Alves, íntimo de Neymar, otro jugador que se fue del Barça dando un portazo y el mismo que anunció que fue Neymar y no él quien le convenció para jugar en el Paris Saint Germain.
Aunque los jugadores niegan que el motín del Instagram estuviera planeado, que conocieran que se había hecho pública la demanda contra Neymar y que los mensajes a través de las redes sociales fueran planeados, las fotos como un guantazo sin manos para la directiva simplemente porque los jugadores, claramente, están alineados con un jugador que para la directiva ya es persona non grata en Can Barça y al que se le reclaman más de 30 millones de euros.
Y por más que Neymar abandonase el club por voluntad propia, los jugadores se han posicionado. No quieren que la directiva ensucie más el nombre del jugador brasileño. Sus mensajes de apoyo al futbolista en el adiós y las fotos de ayer son la mejor señal. El distanciamiento, además, tiene que ver con la planificación de una plantilla que de momento ha recibido a Deulofeu, Paulinho y Semedo, jugadores con virtudes pero lejos de los cracks que necesita un equipo que ha perdido el paso del Madrid y a un futbolista de otro nivel como Neymar. La grieta con el área deportiva se hizo evidente con el misil que hace justo una semana lanzó Busquets a Pep Segura. Y aunque Piqué quisiera mandar un mensaje de unidad después de la dura derrota del Madrid, lo cierto es que no hay feeling y se ve a leguas entre el staff del club blaugrana y un vestuario en el que, después de muchos años juntos, hay lazos inseparables, Piqué, Suárez y Messi tenían un vínculo muy especial con Neymar. Su marcha duele.
En este momento, la situación parece difícilmente reconducible. Directivos del Barça piden a Bartomeu que dé un golpe en la mesa. “Si no se lo van a comer”, explica la SER. Pero lo cierto es que el presidente también está en una situación de extrema debilidad. El vestuario no cree en él, la afición está molesta porque el club ha perdido la hegemonía deportiva y la oposición empieza a acorralarle. Benedito pondrá en marcha el voto de censura el 1 de septiembre y los ex candidatos Freixa y Laporta agitan las redes sociales con tuits incendiarios en los que se cobran facturas. En la cocina están todos los ingredientes necesarios para que explote la revolución. Falta saber si Bartomeu puede evitar que alguien encienda la mecha.