Morales tumbó a un Submarino todavía de pretemporada
El árbitro Álvarez Izquierdo señaló la pena máxima por supuesto derribo de Rukavina a Morales dentro del área. El jugador local no perdonó y dio el triunfo a los suyos.
El Levante ha vuelto a lo grande. Los de Muñiz dejaron claro en su regreso a Primera que no les viene grande la categoría tumbando a un Villarreal que parecía estar todavía de pretemporada. Los azulgranas maniataron en todo momento a un Submarino con muchas bajas que pasó sin pena ni gloria por el renovado Ciutat de València.
El Levante demostró desde el principio que no va a ir de novato en su vuelta a Primera. En el primer minuto ya lanzó una contra en la que Morales sentó a Álvaro y Andrés respondió bien abajo. El rechace lo enganchó Lerma pero terminó en córner. La devolvió Bacca minutos después. Pase en profundidad de Trigueros que el colombiano a punto estuvo de enchufar si no lo llega a impedir Postigo al cruce. El peligro granota venía por la izquierda con un inspirado Morales en su vuelta a Primera y la casta de Toño que, de momento, le gana el pulso a Luna en el lateral.
El Villarreal parecía a medio gas. Muchas bajas, es verdad. Solo buscando verticalidad y los desmarques de ruptura de Bacca. Y poco más. Escribá cambiaba a Sansone y Fornals de banda, dibujando incluso a veces un falso 4-3-3, pero nada. A base de córners amedrentaba el Levante al Submarino pero sin sacar ningún rédito. Y sin embargo la mejor oportunidad amarilla llegó desde la esquina con un cabezazo de Rodri que se paseó por delante de Raúl. Precisamente con esta ocasión se inició el mejor tramo del Villarreal en los últimos diez minutos de la primera mitad. Trigueros cogió el mando y las tuvieron Fornals y Bacca. El primero se encontró con Chema interceptando su disparo desde el suelo y el colombiano intentó un taconazo cuando Unal estaba solo detrás para empujarla.
El telón del segundo acto se levantó como en el primero. El Levante acechando el área de Andrés. A Alegría le faltaban apenas centímetros para rematar en boca de gol un buen centro de Toño y Lerma probaba después desde lejos con un tiro que se marchaba ajustado al palo. Pasaban los minutos y las fuerzas decaían. El Villarreal seguía espeso, con dos o tres marchas menos de lo habitual y al Levante todavía le quedaban arreones. Escribá buscaba frescura dando entrada a Leo Suárez. Muñiz, más músculo con Doukouré. El Submarino naufragaba en sus escasos e inoperantes intentos mientras que los granotas tiraban de corazón para buscar el gol que les hubiera dado la victoria. La tuvo Morales ya en el tramo final, pero se encontró otra vez con Andrés Fernández.
La insistencia azulgrana terminó dando sus frutos en la jugada polémica de la noche. Morales vuelve a entrar en el área, Rukavina va al suelo y el colegiado pita penalti ante las protestas amarillas. El serbio toca balón pero Álvarez Izquierdo lo castigó. Y el ‘Comandante’ no falló. La ajustó al palo que Andrés eligió pero no llegó y la balanza cayó del lado azulgrana haciendo justicia. Tres puntos que se quedan en Orriols. Tres puntos más cerca de la permanencia.