Olivas rescinde su contrato con el Girona y apunta al Valladolid
El defensa abandona la entidad rojiblanca tras dos temporadas. Pablo Machín no contaba con él para la temporada en Primera y ya se quedó fuera de la lista ante el Atlético.
Kiko Olivas ha dejado de ser, este lunes, jugador del Girona. El central y el club rojiblanco han llegado a un acuerdo para rescindir el contra que les vinculaba y de esta manera pone punto y final a su etapa en la entidad gerundense. El defensa malagueño llegó hace dos temporadas con el que ha jugado 63 partidos y ha anotado seis goles. Su futuro está en el Valladolid.
Tras lograr el ascenso a Primera, el club ya le comunicó que no iba a tener un puesto asegurado en el equipo y ante la falta de oportunidades ha optado por aceptar el acuerdo que le proponía el club para salir. Kiko Olivas no fue convocado para el partido ante el Atlético y no estaba dispuesto a quedarse un año en blanco. El central tiene experiencia en la máxima categoría del fútbol español porque durante su etapa en el Villarreal disputó seis partidos , pero Machín no le veía sitio en su equipo. Y más tras la llegada de centrales como Bernardo y Muniesa. Pero hay más porque la idea del director deportivo rojiblanco, Quique Cárcel, es incorporar a un muevo central en lo que resta de mercado. "El Girona quiere agradecer el gran trabajo y el enorme compromiso de Kiko Olivas con el club y desearle lo mejor en su carrera cómo futbolista", expuso el club en un comunicado. Y es que Kiko Olivas, que disputó 17 partidos el curso pasado, fue importante para la consecución del ascenso.
Pero la salida de Kiko Olivas no sería la única que está prevista que se produzca en lo que resta de mercado. Jonás Ramalho tampoco cuenta para Machín, al igual que Kiko Olivas también se quedó fuera de la lista ante el Atlético, y se busca la fórmula para rescindirle el contrato. El jugador quiere seguir, pero sus opciones de tener minutos son muy remotas. Lo mismo le sucede a Eloi Amargat, pero el centrocampista ya dejó bien claro que no saldrá y que luchará por hacerse un hueco. Es uno de los capitanes y de los pocos que sufrió los tres ascensos frustrados a Primera (2012-13, 2014-15 y 2015-16). A la cuarta fue la vencida y no quiere dejar pasar la oportunidad de, a sus 32 años, disfrutar de la Primera División. Su sentimiento por el Girona es innegable (debutó con el primer equipo el 31 de octubre de 2004 en Segunda B ante el Figueres) y, si logra disputar como mínimo un minuto en la máxima categoría, ya habría jugado en cuatro divisiones distintas con el conjunto rojiblanco tras estar en Tercera, Segunda B y Segunda A.