Un Betis sin pegada se estrella ante el Inter
El enésimo error defensivo del conjunto de Setién provoca un penalti que anotó Icardi. Joaquín brilló y Sergio León no tuvo su mejor día.
EI Betis perdió ante el Inter de Milán en una muestra de la escasa pegada que tiene el equipo de Quique Setién, dominador por momentos del duelo pero víctima del enésimo error defensivo en su intención de sacar el balón jugado.
Apretó el Inter desde su salida inicial. Lo hizo a través del toque de Borja Valero y la verticalidad de un Perisic difícil de detener por parte de la defensa bética. Aguantó el equipo de Setién en un primer cuarto intenso de los italianos, pero ni Icardi ni Candreva concretaban en los últimos metros. Respondió el Betis con una brillante acción en la que Joaquín conectó con Barragán y éste asistió a Sergio León, que con todo a su favor remató demasiado alto. Las imprecisiones eran constantes y la fuerte lluvia incluso propició que el ritmo fuese mayor. Adán salvó un remate acrobático de Perisic y el Betis aceptó el reto de su rival en un ida y vuelta constante. En este escenario, el conjunto de Setién tomó el mando en la posesión y no quiso variar su estilo de toque, el mismo que lo condenó al filo de la media hora. Mandi erró su pase a Adán y el portero derribó a Icardi para que éste pusiera por delante al Inter desde el punto de penalti. Enésimo error evitable de la defensa verdiblanca en su afán por sacar siempre el balón jugado. Insistió el conjunto verdiblanco antes del descanso: Joaquín profundiza con facilidad y Fabián se ha convertido en una baza de asociación más eficaz que Guardado. Junto a ellos, incluso Nahuel, presumible descarte, estuvo activo en ataque. Faltó pegada, aunque el juego del Betis hasta el descanso dejó reflejos de brillo en su intensidad.
El fallo atrás condenaba al cuadro de Setién al descanso. Ya avisó el técnico esta misma semana: "Soy el responsable, ni los centrales ni el portero lo son. Creo que sacar el balón así deja más beneficios que el perjuicio que produce algún error". Al margen de la acción que marcaba el duelo, Feddal sí dejó muestras de aportar un punto de crecimiento a la defensa bética. La reanudación no varió demasiado el escenario, aunque Borja Valero se encargó de pausar el ritmo de juego de los suyos para evitar que el Betis profundizara en su intercambio de golpes. Tras un par de acometidas del Inter, fue Sergio León, de nuevo, el que tuvo la mejor opción para empatar tras un genial pase de Joaquín, pero su remate se fue alto.
Sin pegada, este Betis fue víctima una vez más de su riesgo en la línea de atrás. Ante el Inter, fue menos impreciso en los últimos metros a nivel de creación, pero volvió a serlo en la salida de balón. La sombra de Rubén Castro se asoma a Heliópolis ante la falta de contundencia de cara al gol. La misma que acusó en el último amistoso de preparación antes del arranque liguero. Las pruebas se acabaron para Setién, que mira al Camp Nou con sensaciones agridulces y esperando que los refuerzos salten a escena.