El Girona no carbura y la falta de gol ya asusta
El Reus fue superior en juego y ocasiones a un conjunto rojiblanco que tan solo ha cosechado un triunfo en los seis amistosos disputado hasta la fecha.
EI Girona sigue sembrando dudas esta pretemporada. El conjunto rojiblanco fue inferior al Reus y volvió a demostrar una carencia preocupante de gol. Fue el tercer partido sin marcar y únicamente han sido capaces de cosechar un triunfo en los seis amistosos disputados.
Pablo Machín alineó de inicio a sus dos únicos delanteros para tener más presencia ofensiva, pero el Reus les colgó del palo en los primeros minutos. Tampoco ayudó que jugadores como Borja García y Douglas Luiz, acelerado, apenas aparecieran. Ricardo Vaz aprovechó el coladero que tenía el Girona por la banda derecha, pero el gol se resistía. Y tras ello, el partido se ensució y se vivieron una serie de entradas a destiempo que frenaron el ritmo.
El Girona no podía salir ni una sola vez con el balón jugado desde atrás por culpa de la alta presión que ejercía el Reus y, en el 23’, Ricardo Vaz tuvo la mejor ocasión de la primera mitad. Alcalá se confió y el jugador ‘roig i negre’ le cogió la espalda, pero se topó con un Gorka Iraizoz que achicó a la perfección los espacios y le ganó en el uno contra uno. Minutos después, Máyor tuvo que ser sustituido por unas molestias en el tobillo y entró un Edgar, que en el 30’, gozó de una buena ocasión, pero tiró fuera. Los últimos minutos fueron un suplicio para un Girona que se vio totalmente dominado por un buen Reus que mostró las costuras del equipo de Machín
Ya en la segunda mitad, el Girona dio un paso adelante y Marlos vio como el árbitro le anuló un gol por fuera de juego en el 48’. El gafe del conjunto rojiblanco con el gol empieza a ser preocupante y Stuani lo constató porque, en el 51’, tiró al palo a portería vacía.
Pero esta reacción de los de Machín fue solo momentánea porque tras ello, el Reus volvió a acaparar el peligro y Campins gozó de dos buenas ocasiones. El Girona no se encontró en Reus y la imagen del equipo empieza a ser agobiante porque el juego está carente de ritmo y las escasas ocasiones que se tienen no se aprovechan.