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BARCELONA

La medular del Real Madrid, obsesión para Ernesto Valverde

Considera que ahí estará la clave de la Supercopa. En principio parece descartado que incluya un centrocampista más en el once.

Ernesto Valverde.
GORKA LEIZADIARIO AS

Amo del balón como fue tantos años con Iniesta, Xavi, Busquets, Fábregas o Thiago, el Barça mira con cierto temor los progresos del Madrid con la posesión. Campeón de Europa en Cardiff y Supercampeón en Skopje gracias a la superioridad de sus centrocampistas, la gran preocupación de Valverde en su plan de trabajo táctico para el domingo (22:00 horas) es cómo neutralizar esa jerarquía que el Madrid de Casemiro, Modric (baja en la ida), Kroos e Isco empieza a convertir en marca registrada.

Valverde tiene un dato inicial en el que animarse: en el último Clásico oficial, el Barça le ganó la posesión al Madrid en el Bernabéu con claridad: 42,5%-57,5 con Busquets, Iniesta y sobre todo Messi, incrustado en el centro, al mando de las operaciones. Esa será una de las primeras armas que utilizará el técnico. Dar libertad a Messi, si no ya se la tomará él, para que pise esas zonas intermedias. Valverde quiere también incomodar al Madrid en la salida de balón, no dejarle que juegue en el campo azulgrana. Para eso tratará de poner en práctica con éxito en la presión sobre la salida del balón del rival, uno de los aspectos sobre los que más ha insistido esta pretemporada.

Lo que en principio parece descartado es que incluya un centrocampista más en el once. Al menos, en la ida. La actitud de Deulofeu, motivadísimo en sus dos primeros ratos con la camiseta del Barça tres años después, le ha convencido y formará parte del once junto a Ter Stegen; Aleix, Piqué, Umtiti, Alba; Busquets, Rakitic, Iniesta; Messi y Suárez. Valverde no ha modificado el 4-3-3 a la espera de las incorporaciones. Otra cosa es lo que se encuentre el domingo en el Camp Nou. Según el panorama que se dibuje en la ida de la Supercopa, retocará o no el sistema en Madrid. Presentado hace mes y medio, el técnico se enfrenta a su primer gran reto y con una afición que necesita rearmarse moralmente.