Demasiado Liverpool para el Athletic suplente en Dublín
El ritmo y físico de los reds se fueron comiendo a unos leones que estaban sin casi todos su cracks. Williams volvió a marcar y gran actuación de Kepa. Ziganda probó un 4-3-3.
EI partido de Dublín tenía para el Athletic un punto de romanticismo. Porque aunque solo se ha medido al Liverpool en dos ocasiones en competición oficial, en Bilbao el equipo de Anfield es casi tan sagrado como Pichichi o Iribar. El ambiente, con el campo totalmente inundado de camisetas rojas, y los coros aún engrandecían más el amistoso. Pero por culpa de las previas de Europa que anda jugando el Athletic, la cosa se puso mucho más prosaica: todas las estrellas rojiblancas estaban fuera, menos Arrizabalaga y Williams, que precisamente debían aprovechar para coger ritmo con su segundo y tercer partido del verano respectivamente.
Se puede decir que ambos aprovecharon la tarde: Iñaki marcó de nuevo, como al Reus en Leioa, y Arrizabalaga sacó un par de manos buenas ante el acoso red. Y aunque los muchachos de Klopp también tenían bajas de peso, están en la recta final para la Premier, que arranca el próximo fin de semana, y ya se les vio en la Audi Cup como arrasaron al Bayern y las tuvieron tiesas ante el Atlético.
El peso de las dos plantillas en liza era enorme. De arranque, los secundarios de uno y los casi titulares de otro no son comparables. Ziganda probó con un 4-3-3 pero a los de en medio les buscaban fácil las espaldas y los exteriores abrían mucho el campo. En nueve minutos, Firmino ya había encargado dos ocasiones claras de gol. El Liverpool tiene mucho más físico, va al choque sin miedo y te hace tres contra uno a los exteriores muy sincronizados. En una incursión en el área, Lekue hizo un penalti tan tonto como innecesario y claro. Lo lanzó el brasileño y casi se la para Arrizabalaga junto al palo derecho.
El Athletic se expresó mejor a partir de ahí. Williams, al que sigue el Liverpool desde hace tiempo, se lució en el mejor escaparate. Un balón cruzado a Aketxe supuso la primera oportunidad. A la segunda tras un mal despeje de Lovren, su insistencia dio premio: gol por bajo.
La segunda parte, ya con el Liverpool B, fue mucho más desigual. Un temporal en el área rival. Esta vez sí concedió mucho el Athletic, algo que no está pasando mucho en la etapa Ziganda. Este optó por Villalibre antes que un Kike Sola que definitivamente no cuenta. El Liverpool se fue a un 3-1 con Woodburn metiéndose entre San José y Bóveda más el remache final de Solanke; su meta, Mignolet estuvo casi de turista esos 45 minutos finales.