Puado, un "currante" de 19 años con sangre de futbolista
El prometedor delantero anotó en Olot su primer gol con el Espanyol. "Tiene un físico muy bueno, es potente, se adapta a cualquier posición de ataque, tiene gol".
Javi Puado, de 19 años, marcó en el amistoso ante el Olot su primer gol con el equipo profesional del Espanyol, apenas una semana después de haber debutado en Indonesia. Un prometedor delantero que atravesó el curso pasado por un calvario. Una lesión de ligamentos cruzados le mantuvo fuera de los terrenos de juego ocho meses, y no reapareció hasta los últimos partidos de Liga. Le dio tiempo de jugar tres partidos y marcar un gol.
“Me parece un jugador con unas capacidades brutales. Tiene un físico muy bueno, es potente, se adapta a cualquier posición de ataque, tiene gol. Puede jugar de mediapunta o en los costados, también de nueve. Tiene mucha proyección”, relata Albert Sánchez, quien fue miembro del cuerpo técnico del Juvenil B en el primer año de Puado en el Espanyol.
El delantero llegó procedente del Cornellà. En su primera campaña en el Juvenil B, logró el título de Liga 14 años después y la Copa Catalunya. En su segundo año ya ascendió al Juvenil A, pero después de una gran temporada y de subir al filial le llegó la lesión.
Otra de sus virtudes es su familia. “Su cabeza es privilegiada. Es un currante nato. Su padre había sido profesional o semiprofesional. Viene de una familia que sabe lo que es el fútbol y que son buena gente. Es de aquellos jugadores que te alegrarías si llegan porque se lo merece”, concluye Sánchez.
Puado es hijo de Francisco Javier Puado Carrascosa, también delantero en los 80 y los 90, nacido en Alcalá de Henares. Llegó a debutar en Primera con Osasuna en la temporada 1991-92, hasta que se asentó en Cataluña. Clubes como el Sant Andreu o L’Hospitalet le recibieron con los brazos abiertos en Segunda B.
Su hijo ha heredado las condiciones de su padre, incluso llegó a ser internacional Sub-18. El delantero renovó recientemente hasta el 30 de junio de 2022.