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DÍNAMO DE BUCAREST-ATHLETIC

Rivaldinho: “Sería el mejor con el uno por ciento de mi padre”

El Athletic se encontrará el jueves con Rivaldo. No, no es aquel portento de mil recursos como la rabona o la chilena que dejó al Depor con un palmo de narices y jugó hasta los 43. Es su hijo, que milita en el Dínamo de Bucarest.

Rivaldinho, con los colores del Dínamo de Bucarest
Rivaldinho, con los colores del Dínamo de BucarestDIARIO AS

Un brasileño en Rumanía. ¿Qué tal le van las cosas?

Bien. El equipo trata de coger el aire a la liga. Marqué en la primera jornada y de momento estamos empezando.

Querrá sacarse el regusto amargo de su primera experiencia fuera de casa, en el Boavista luso.

Hace dos años, no me fue bien, sí, pero está medio olvidado.

¡Qué bien habla el castellano!

Sí, lo aprendí ahí, en España, en la escuela, y luego seguí perfeccionándolo en Brasil.

¿Qué le sorprendió del Dínamo y de Bucarest al llegar?

Me encontré un equipo mejor de lo que esperaba. La ciudad es fantástica, no te falta de nada. Me alegro de haber dado el paso.

¿Qué meta se han marcado?

Pelear por estar arriba y avanzar en Europa si se puede. No será fácil, pero en fútbol no hay nada imposible. No somos los que tienen más dinero ni calidad del mundo, pero tan vez sí los que más ganas, y con un poco de suerte podemos pasar.

¿Qué conoce del Athletic?

A Aduriz, claro, y su filosofía. Me gusta verle, aprender de sus movimientos y su olfato, como en el caso de Suárez. Pero el Athletic no solo es Aduriz...

¿Qué sabe de esa filosofía del Athletic?

Lo que pude ver cuando estuve con mi padre en España. No admiten extranjeros ni españoles de fuera de Euskadi. Con esa idea que me parece muy loable casi bajan. Ahora están más desahogados. Me encanta que les vaya bien con gente de su entorno, con vascos.

¿Cuánto le pesa el nombre?

Al principio muchísimo. Era un niño y ya me estaban comparando, metiendo presión. Hay mucha gente mala que solo trata de ponerte en aprietos, pero otros muchos me ayudaron. Mi padre fue un Balón de Oro, uno de los mejores de la historia. Yo no llego ni al uno por ciento de su clase. Si tuviera ese uno por ciento, sería el mejor del mundo. No hay otro Rivaldo. Ahora reinan Messi, Neymar, Cristiano... pero son diferentes, cada uno tiene su estilo. Salen genios así de mil en mil años.

Pudo cumplir su sueño de compartir equipo con él.

Sí, no olvidaré la fecha: el 14 de julio de 2015, con el Mogi Mirim. Marcamos ambos, ganamos el partido por tres a cero y fue una noche inolvidable. En mi gol él robó la bola y participó decisivamente...

...claro su padre era tan mayor que ejercía de presidente, alguno diría: le ha enchufado.

(Risas). Sí, decían que solo jugaba por ser su hijo. Antes, de niño, le dije que iba a dejar de jugar, él estaba en Uzbekistán nadie nos podía reprochar nada, y me lo quitó de la cabeza, me convenció de que jugaba por mis méritos. Al final, me dio igual lo que pensaran, la comparación sé que será inevitable hasta que lo deje. Si meto un gol será solo por ser hijo de Rivaldo y si lo fallo, no le llego a la suela de la bota y me puede la presión... no hay escapatoria. No le quiero decepcionar, más que un entrenador en casa yo tenía todo un cuerpo técnico.

Alucinará con todo lo que gira estas semanas alrededor de Neymar.

Le admiro, como a Messi, Suárez, Benzema... a Neymar más por ser brasileño. He podido verle de cerca, a los doce años ya era un fenómeno.

Pagar 222 millones por un jugador es de locos...

Es mucho dinero. Nadie vale tanto, pero si lo pagan... Quién sabe si al final dará el paso de irse al PSG.

¿Con qué sueña el hijo de Rivaldo?

Con jugar con la selección. También podría hacerlo con España, porque tengo la doble nacionalidad, pero tengo que hacer mucho más para ganarme un honor así. Pienso en ello con mucha humildad.

En el caso de los hijos de Mazinho, Thiago optó por España y Rafinha por la canarinha ¿Y usted?

No me lo he planteado. He nacido en Brasil y es mi sangre, pero España me encanta y en gran medida me educó.

Enamorado de Barcelona

De pequeño, Rivaldo Vítor Borba Ferreira Júnior (29 de abril de 1995) convivió con los cracks del Camp Nou. “Mi padre me llevaba a los entrenamientos y coincidí con Giovanni, Reina, Kluivert, Saviola... El Barcelona de aquella época también maravillaba, me llevaba con mis hermanos, nos encantaba la ciudad y el club”. Su padre fue uno de los mejores de aquel Mundal de Japón y Corea (2002) que hizo pentacampeón a Brasil. “No vi por desgracia a Maradona ni Pelé, pero está entre los mejores de la historia”, sostiene su vástago, al que le ilusiona alcanzar la fase de grupos de la Europa League.