Resistió el Tenerife y se jugará el ascenso ante el Getafe
Un gol de Shibasaki le puso en ventaja. El partido acabó en prórroga y allí el Cádiz asedió sin éxito la portería de Dani Hernández.
Después de 120 minutos de intensidad e incertidumbre, el Tenerife pasó a la final por el ascenso a Primera y recibirá al Getafe el miércoles. Un gol de Shibasaki puso el 1-0 que llevó el partido a la prórroga y al mantenerse el resultado, clasificaron los blanquiazules por mejor clasificación en la temporada regular. Excelente temporada del Cádiz que perdió de pie.
El inicio del partido empezó como estaba previsto: el Tenerife algo nervioso, mientras que el Cádiz sabía que la renta de la ida le beneficiaba. Tanto, que pudo adelantarse el equipo visitante a poco de empezar cuando Rubén Cruz, a dos metros de la línea, no supo darle mejor al balón y superar a Dani.
Los locales iban, casi por clamor popular, pero sin encontrar espacios ni ideas. Mientras que los andaluces, agazapados esperaban su oportunidad con remates lejanos de Rubén Cruz y Aketxe.
La primera polémica llegó en el minuto 19, cuando Sankaré derribó al borde del área a Lozano, pero el colegiado decidió amonestar cuando parecía roja. La otra, fue en el área del Tenerife, cuando Gaku calculó mal y toco el balón con la mano. Era penalti.
Y de tanto ir, llegó el 1-0 con una jugada que salió desde las botas de Cámara, que vio espacios para la carrera de Suso cuyo centro se paseó por toda el área hasta llegar a Shibasaki quien en en segundo palo, remachó la jugada. El Heliodoro se vino abajo.
Antes del descanso, el Cádiz intento estirarse, pero le faltó determinación. Sobre todo a Aketxe y Salvi, quienes no estuvieron finos en la resolución de la jugada.
A la vuelta del intermedio, pudo empatar el conjunto andaluz tras una gran jugada colectiva que centró bien Brian Oliván y Aketxe, muy solo, remató suave y a las manos del portero. Devolvió emoción el local con un remate alto de Amath, tras un robo de balón del Choco, muy peleón.
Los de Cervera dieron un paso adelante y dominaron el balón y las ocasiones, sin que el Tenerife pudiera tener el balón y aprovechar las contras. Ambos entrenadores movieron el banquillo, el local para asentar el medio y los visitantes para meter más mordiente, pero el marcador llevó el partido a la prórroga.
En los últimos 30 minutos, Ortuño casi empata con un cabezazo en el 105. Tras el mini descanso, el Tenerife aguanto el resultado y consiguió pasar a la gran final.