¿Qué fue de Deco?: el motor del Barça de Frank Rijkaard
El brasileño es recordado como uno de los mejores medios de su época. Oporto y Barcelona, con los que ganó dos Champions, fueron los clubes donde alcanzó la gloria.
Universidad Católica-Fluminense en vivo
Los goles de rebote se suelen achacar a la suerte, pero cuando en un temporada llegas a marcar hasta seis de tus diez tantos después de que el balón tocase en un rival, se puede convertir en toda una habilidad. Una nueva habilidad que llevaba el sello de Deco en los inicios de siglo durante su paso por la Liga española. El brasileño se abonó a los zarpazos de rebote que contribuyeron en gran medida a la consecución del título de Liga por el cuadro azulgrana. "Hay que probar. Con suerte, es gol. Los rivales acumulan tantos defensas que es fácil que rebote en alguno", explicaba tras marcar un gol de carambola tras un partido frente al Villarreal.
Anderson Luís de Souza (27 de agosto de 1977, Sao Bernardo do Campo, Brasil), más conocido como Deco, es un exjugador brasileño-portugués que triunfó en el Oporto y en el Barcelona, equipos con los que ganó dos Champions. Con un palmarés envidiable, Deco sigue ligado al mundo del fútbol, en el que se le sigue recordando como uno de los grandes. Su toque de balón, técnica individual, lanzamiento y pase, unidos a su gran visión de juego y su versatilidad en los roles de ataque le hicieron ser un jugador muy completo.
Deco se formó como futbolista en la cantera del Corinthians, debutando con el primer equipo en 1996. Un año después, tras un breve paso por el Centro Sportivo Algobiano, cruzó el charco para jugar en el Benfica de la mano del conocido agente Jorge Mendes. Nunca llegó a debutar con el cuadro lisboeta que lo cedió al Alverca una temporada y lo traspasó al Salgueiros un año más tarde de aterrizar en el país luso. En 1999, fichó por el Oporto donde encontró su sitio y se volvió toda una estrella a las órdenes de José Mourinho, un entrenador que marcó su carrera y con el que siempre tuvo muy buena relación. En sus seis temporadas en el Oporto conquistó tres Ligas, tres Copas de Portugal, la Copa de la UEFA en 2003 y la Champions en 2004 que ganaron al Mónaco en una final en la que Deco fue designado el mejor jugador. Sus éxitos le llevaron a jugar con la Selección de Portugal, después de nacionalizarse en el país luso, además de convertirse en el objetivo de los grandes de Europa.
Situado en la élite del fútbol europeo, recibió ofertas millonarias del Bayern o el Chelsea, dirigido por Mourinho, pero Deco terminó decantándose por el Barcelona atraído por el proyecto azulgrana. El centrocampista brasileño llegó al Barça en 2004. Su rol cambió. De ser la estrella en el Oporto pasó a un segundo plano en el Barça de Ronaldinho adquiriendo el papel de centrocampista total. En el conjunto dirigido en aquel entonces por Frank Rijkaard compartió vestuario con jugadores de la talla de Xavi, Puyol o Eto’o, consiguió ganar dos Ligas, dos Supercopas de España, la Champions de 2006 y fue distinguido con el Balón de Plata en 2004.
Tras cuatro temporadas vistiendo la camiseta azulgrana, fue traspasado al Chelsea en 2008, donde pasó dos años y ganó una Premier League, dos FA Cup y una Community Shield.
En 2010, decidió volver a su país natal y fichó por el Fluminense donde logró dos Campeonatos Brasileños, un Campeonato Carioca y una Copa Carioca. Deco fue internacional en 75 partidos con Portugal y marcó cinco goles, disputando dos Mundiales: el de Alemania (2006) y el Sudáfrica (2010), y dos Eurocopas: la de Portugal 2004, donde fue nombrado mejor jugador del torneo, y la de Austria y Suiza 2008.
El ex del Barcelona colgó las botas en 2013 en el Fluminense poniendo fin a una larga carrera de éxitos tanto a nivel colectivo como individual. Ahora, pertenece a la red de agentes que trabaja para Gestifute, agencia de futbolista de Jorge Mendes, y es responsable de la compañía en Brasil. De hecho, posee una empresa propia de representación dentro de la empresa del prestigioso agente. Quien sabe si tendrá tan buen ojo como tuvo Mendes con él. Lo que sí que se sabe es que nunca se olvidará su talento en el terreno de juego que hizo disfrutar a todo amante del fútbol