Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

ATLÉTICO

Fiesta del Calderón: los viejos dioses, los 19 títulos, Griezmann...

El último en aparecer fue Simeone, quien desató el éxtasis en el estadio al anunciar que seguirá en el Atlético: “Porque este club tiene futuro”.

Fiesta del Calderón: los viejos dioses, los 19 títulos, Griezmann...
Fernando AlvaradoEFE

No se movió nadie del Calderón. Unos lloraron, todos aplaudieron y se emocionaron mientras vieron aparecer por el césped del Vicente Calderón a algunas de las leyendas del club madrileño. El Atlético rindió un emotivo homenaje al Calderón al término del encuentro entre el conjunto madrileño y el Athletic. Fue casi una hora donde fueron presentandos los trofeos ganados en estos 50 años de historia del estadio Vicente Calderón.

Al terreno de juego del Atlético saltaron viejos dioses rojiblancos con los títulos conquistados mientras el equipo jugó en este estadio. Los ex jugadores rojiblancos lo hicieron con los trofeos ganados y vestidos con la camiseta rojiblanca y los fueron depositando en el centro del campo. Desde Calleja y Rodri, con la Liga del año 70, a Moyá, Oblak, Griezmann y Saúl, con la Supercopa de 2014. Hubo emblemas del club como Luiz Pereira y Leivinha (con una gran cojera), que saltaron al terreno de juego del Calderón con la Liga del 76, o Abel y Futre, que portaron la Copa del Rey ganada en el año 92 en el Santiago Bernabéu al Real Madrid. Adelardo y Ayala llevaron la Intercontinental ganada en 1975. Molina y Pantic portaron la Copa del 96 y Solozábal, Santi y Caminero la Liga del mítico doblete. Gárate, para muchos el jugador por excelencia del Atlético, salió con Irureta y la Liga del 73.

Futre se llevó uno de los mayores aplausos de la tarde por la Copa ganada en el Bernabéu. Y lo hizo teniendo como entrenador a Luis Aragonés, para quien se tuvo un especial recuerdo. La afición coreó su nombre mientras por los video marcadores se emitían imágenes del Sabio de Hortaleza. Luis Aragonés siempre presente. También saltaron al campo los integrantes de la plantilla de esta temporada. Los mayores aplausos se los llevó Fernando Torres, quien, junto a sus hijos, saludó a tantas muestras de cariño como las que fue recibiendo.

El último en aparecer fue Simeone, quien desató el éxtasis en el estadio al anunciar que seguirá en el Atlético: “Porque este club tiene futuro”. La noticia fue recibida por los aficionados casi como si el equipo madrileño hubiera ganado un título. El Cholo salió al terreno de juego puño en alto, alegre, contagiando esa fiereza que ha hecho del Atlético un equipo competitivo al máximo. Cuando Simeone lo anunció nadie se había ido del estadio. Ni un movimiento. El Cholo saludó a los suyos y se fue con los campeones de otras épocas (junto a los Ruiz y Clemente, representantes de la Copa del 85, los Marina y Rubio, vencedores de la Supercopa del 85, junto a los Manolo y Vizcaíno, portadores de la Copa del 91, los Simao-Assunçao, representantes de ese Atleti campeón de Europa de nuevo en 2010, o Domínguez y Perea, ganadores de la Supercopa de 2010…). Uno por uno les dio la mano a ellos y a los otros campeones y asistió al final de la fiesta. Poco antes, Griezmann había protagonizado una de las anécdotas de la tarde. El fondo sur se acordó del vecino, el rival con el que el Atlético ha protagonizado mil batallas y coreó lo de “madridista el que no bote”. Todo el Calderón saltó. Y Griezmann lo hizo más, como un niño feliz, en el centro del campo. Y decían que le tiraba lo blanco…

El fin de fiesta fue espectacular, con una representación de socios portando la bandera del Atlético y colocándola entre los grandes dioses del Atlético y los actuales jugadores. Detrás, los 19 títulos logrados en este estadio. El pistoletazo final lo protagonizó el socio número 1, José Luis Rodríguez, quien salió junto a Enrique Cerezo y a otro grande del Atleti, Lázaro Albarracín, quien representó como nadie al Atleti por esos campos de España y del mundo. El césped se cubrió con telas de colores rojos y blanco y sonó el himno. Nadie, casi una hora después, había abandonado el campo. Todos, absolutamente todos, lo cantaron a capela. El Calderón había recibido su merecido homenaje. Con los dioses del Atleti, la bandera en el centro, el himno, el socio número 1 y los títulos.