¿Qué fue de Palermo? De ídolo en Boca a no triunfar en la Liga
Martín Palermo es todo un histórico del equipo xeneize pero no consiguió triunfar en la Liga Santander, donde jugó con el Betis y el Villarreal y en Segunda con el AlavésInglaterra - Panamá en vivo: Grupo G del Mundial 2018, en directo
Martín Palermo (La Plata, 7 de noviembre de 1973) es uno de los mejores jugadores que han vestido la camiseta de Boca Juniors a lo largo de su historia. El jugador argentino pasó por la Liga española pero una grave lesión impidió que mostrase su nivel goleador. El de La Plata ha cambiado el área por los banquillos. Actualmente se dedica a entrenar en Chile junto a otro histórico argentino que pasó por la Liga española, Pato Abbondanzieri.
El delantero debutó con uno de los clubes de su localidad, Estudiantes de la Plata, en 1992. Las primeras temporadas fueron duras para Martín, ya que se le consideraba un delantero algo torpe y con poca habilidad para el gol. Sus datos refutan esa versión. En 1995, cuando estaba a punto de cerrar su cesión a otro club, Daniel Córdoba entró como entrenador del primer equipo y cambió la carrera del 9 de La Plata. Palermo empezó a salir como titular y marcó ante Boca Juniors y River Plate, lo que le puso en el mapa. Empezó a encadenar buenas temporadas y acabó fichando por Boca Juniors, recomendado por Diego Armando Maradona, nada más y nada menos.
Sus años con los xeneizes fueron los mejores de su carrera, sobre todo los que pasó a las órdenes de Carlos Bianchi junto a una generación histórica que este comandó al lado de Juan Román Riquelme. En su primera etapa en la Bombonera vivió una etapa de éxitos consiguiendo Liga, Copa Libertadores e Intercontinental. Este último fue muy sonado ya que superaron al Madrid de los ‘galácticos’ con dos goles del propio Palermo en los primeros minutos.
Después de este torneo, varios grandes clubes de Europa estuvieron interesados en su contratación pero fue el Villarreal el que se acabó quedando con el delantero. Martín Palermo comenzó bien su andadura en la Liga española en la segunda mitad de la 00/01. En la 01/02 siguió con su buen nivel pero después de un bajón de rendimiento llegó la fatídica lesión. En un partido de Copa contra el Levante, Palermo anotó acabando así con una sequía que ya duraba varios partidos. El argentino fue a celebrarlo a la grada junto a la afición con tan mala suerte que se desprendió un muro y sufrió una rotura de tibia y peroné. Ese año apenas volvería a jugar y acabaría con solo 5 goles en su cuenta particular. La temporada siguiente, Benito Floro decidió no contar con él y se marchó libre al Betis.
En el Villamarín tampoco alcanzó el nivel mostrado en Boca marcando solo 2 goles y se marchó cedido al Alavés, en ese momento en Segunda División. Después de un intento frustrado de ascenso con el cuadro alavesista, volvió a Boca donde permaneció como todo un ídolo hasta colgar las botas en 2011 como máximo goleador de la historia de los xeneizes, haciendo más de 100 en la Bombonera. El equipo reconoció su trayectoria y este record regalándole una de las porterías de su estadio (la más cercana a la 12) en su último partido en casa.
Con la selección argentina se le recuerda por dos partidos, el de la Copa América 99 donde falló tres penaltis (Récord Guiness en un solo partido) y por el gol a Uruguay en el derbi del Río de la Plata que metió a la albiceleste de Maradona en el Mundial de Sudáfrica. A pesar de estar varias temporadas a gran nivel, solo jugó 15 partidos haciendo 9 goles. El último fue un Argentina-Grecia del Mundial de Sudáfrica en el que también anotó su noveno y último gol con la camiseta nacional.
Semanas después de dejar el fútbol, probó en el automovilismo. Junto a Pato Abbondanzieri, el Loco se apuntó a la categoría Top Race, unas carreras de deportivos muy populares en Argentina. Ambos compitieron a bordo de un Chevrolet Vectra II del equipo GT Racing en la primera carrera del año en el Autódromo de Gálvez.
Un año después de cumplir “uno de sus sueños”, empezó su carrera como entrenador. Palermo pasó por Godoy Cruz y Arsenal, dos clubes de la Primera Argentina, sin un largo recorrido. Ahora, entrena al Unión Española de la Liga Chilena con Pato Abbondanzieri como ayudante. El equipo marcha sexto, empatado a puntos con Everton.
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