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BARCELONA

Mascherano, dos suplencias que avanzan un cambio de rol

El argentino no salió en el once ante Juventus y Madrid. Importante en el vestuario, el año pasado ya dudó sobre su futuro. Tiene contrato hasta 2019.

Actualizado a
Mascherano, saliendo a entrenar en la previa del partido ante la Juventus.
LLUIS GENEAFP

Podemos estar asistiendo a un cambio de rol de Javier Mascherano. El argentino, al que el 3-4-3 mantuvo en la titularidad estirando un poco el chicle, no ha estado en el once en dos de los partidos decisivos de la temporada, el 0-0 ante la Juventus y el 2-3 del Bernabéu. El argentino ha certificado así los temores que tenía a final de la temporada pasada: perder protagonismo en el equipo. Por ello estuvo a punto de salir del club azulgrana rumbo a la Juventus. Un viaje relámpago de Robert a Boston y una ampliación y mejora de contrato saldaron el asunto.

Mascherano tiene contrato hasta junio de 2019. El argentino garantizó además que con su última renovación firmaba su “último contrato con el Barça”. Su proceso de transición al banquillo puede haber comenzado y falta saber cómo lo va a gestionar el club, el nuevo entrenador que llegue y el futbolista. Mascherano es más que un futbolista en el Barça. En junio de 2014, y cuando la Liga parecía perdida en Elche, ya anunció que podría estar jugando uno de esos últimos partidos con el Barça ("será el último partido de algunos", dijo antes de la última jornada ante el Atlético de Madrid). Ese pensamiento de final de ciclo fue desterrado de su mente por Luis Enrique, que junto a Zubizarreta le convenció de que su continuidad era fundamental para la estabilidad del equipo. También por el vestuario. El Jefecito es uno de los pesos pesados de la caseta azulgrana y su papel, como el de Xavi, fue fundamental para que la relación entre Luis Enrique y Messi no saltase por los aires después de la tormenta de Anoeta en el primer partido de enero de 2015.

La situación de Mascherano apunta la próxima temporada al banquillo. Pero a un futbolista importante de rotación con una gran todavía de partidos potenciales por jugar de azulgrana. Queda por saber cómo acepta esa situación el argentino. Es evidente que ofertas no le van a faltar. Del primer mundo futbolístico y de países más exóticos. Mascherano, como Iniesta, son futbolistas a jugar más de 50 partidos al año durante mucho tiempo. Es difícil aceptar roles menos principales pero la estabilidad que ambos le dan al ecosistema del vestuario para el club es importante. Su buena relación con Messi, del que ha hecho de consejero tantas y tantas veces, también pesa. Y en su proceso de renovación Messi también va a tener una parte de director deportivo, que nadie lo dude.