El Málaga fusiló al Valencia en tres minutos de locura
Dos goles de Recio y Sandro, en sólo tres minutos, dieron la victoria al Málaga ante un Valencia sin agresividad ni puntería. Garay se retiró por un golpe.
El Málaga aprovechó tres minutos de bendita locura para anotar los dos goles que le dieron victoria ante un Valencia decepcionante que adoleció de agresividad al principio y de puntería al final pero que en líneas generales no hizo sufrir a su anfitrión quien, con 36 puntos, ya está más que salvado de sufrimientos clasificatorios. Mal el Valencia, que venía con velocidad de crucero (llevaba 10 puntos de 12) pero que ayer fue un colectivo menor y desacertado.
El Málaga salió a morder, con ambición y verticalidad sorprendiendo a un Valencia que comenzó dormido. Los de Voro hicieron ademán de estirarse. A los 22 minutos Lato, tras una bonita combinación con Munir, disparó raso saliendo el balón fuera por poco. Diez minutos después el Valencia reclamó penalti por un posible derribo de Rosales sobre Munir. Jugada cuanto menos dudosa. A los 36 minutos el Málaga abrió el melón. Un buen centro de Javi Ontiveros fue cabeceado a la red por Recio. Hacía dos años que este centrocampista no anotaba en La Rosaleda. El Valencia se descentró. Tres minutos después Sandro ejecutó una falta con violento trallazo. El balón golpeó en la cabeza de Garay que cayó fulminado y quedó tendido en el suelo. El esférico regresó hasta el de Las Palmas quien, de nuevo, disparó hasta el fondo de la red (el cuero dio en Mangala). Jugada plena de desgracia para el Valencia porque además de encajar el segundo tanto se vio obligado a sustituir a Garay por Orellana. El defensa argentino, con su golpe en las cervicales, fue trasladado a un centro hospitalario para ser sometido a distintas pruebas.
Los hombres de Voro iniciaron la segunda parte con algo más de garra. En una mala caída Fede Ricca se cae sobre el hombro. El uruguayo, aunque dolorido, resistió en pie. A los 57 minutos Diego Alves interceptó un mano a mano con Sandro, que era una pesadilla. A los 65 minutos Carlos Soler remató desde cerca a las manos de Kameni en una acción donde pudo sacar mejor provecho. El partido perdió ritmo. A pesar de su aparente intrascendencia era muy trabado. Demasiadas faltas, interrupciones y algún que otro calentón. Kameni interceptó un mano a mano a Santi Mina procedente de una mala cesión atrás de Keko. Sandro, el héroe del partido, se llevó una enorme ovación del respetable tras ser sustituido por Charles. En ocho de las nueve victorias del Málaga de este curso hubo goles del canario.
Casi al final, Mangala estrelló el balón en el poste. Susto final para un Málaga que, todo hay que decirlo, no sufrió. Míchel consiguió que sus hombres se tomasen el partido en serio mientras que Voro fue la expresión de la decepción por el flojo papel de su escuadra.
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