El Rayo Vallecano suma y sigue. Esta vez no fue su nuevo fútbol, ese juego de toque que advertían que podría desplegar en La Condomina. Los de Míchel, que suman 11 puntos de los últimos 15 en juego, se mantuvieron en pie gracias a la espléndida actuación del meta Gazzaniga. Su partido fue colosal, sacando cuatro goles prácticamente cantados y dando seguridad a un Rayo que venció con un remate de Javi Guerra de cabeza tras una falta botada por Ebert y que el punta arrancó en fuera de juego. Eso le valió al conjunto vallecano mientras que el UCAM acababa desquiciado. Hizo todo lo que pudo y supo, pero el balón no entró.
El inicio de los murcianos fue arrollador. En apenas 20 minutos ya había contado con cuatro ocasiones y un remate de cabeza a bocajarro de Tito que sacaba Gazzaniga. En la siguiente acción, la primera en ataque del Rayo, llegó el tanto de Javi Guerra y eso frenó el ímpetu del UCAM. Bajó su ritmo hasta el descanso y el conjunto de Míchel supo mantener a raya a los murcianos hasta el ecuador de la segunda mitad. Sin embargo, el UCAM dio otro paso al frente y se encontró, de nuevo, con Gazzaniga.
Un mano a mano de Collantes tras un contragolpe, un libre directo de Góngora que apuntaba a golazo y sendos chuts de Jona, uno con el pie y otro de cabeza que sacaba Gazzaniga en línea de gol. Todo eso desbarató el meta del Rayo. Ganaron los de Míchel y el UCAM, frustrado, salió cabizbajo. Por suerte para el equipo de Francisco perdieron rivales directos como Alcorcón o Córdoba, pero no puede dejar pasar más oportunidades o la amenaza del descenso se convertirá en realidad. El Rayo, feliz por el resultado (Míchel no lo estaba con el juego del equipo), mete tierra de por medio.
