Betis: hay 25 jugadores y Víctor con contrato para la 2017-18
Torrecilla deberá gastar otra vez mucho dinero en finiquitos. Sólo cinco jugadores terminan vinculación y han de volver cinco cedidos.
Adán, Dani Giménez, Mandi, Pezzella, Bruno, Tosca, José Carlos, Durmisi, Piccini, Navarro, Ceballos, Petros, Jonas, Brasanac, Nahuel (cedido un año más por el Villarreal), Joaquín, Sanabria, Zozulya, Rubén Castro y Alegría. Y cinco cedidos que regresarán. Nada menos que 25 futbolistas profesionales y un entrenador, Víctor Sánchez del Amo, tienen contrato vigente en el Betis al menos hasta junio de 2018. El director deportivo Miguel Torrecilla se verá obligado a dar otra cantidad ingente de bajas si quiere remodelar un equipo que este año ha vuelto a demostrar pocas virtudes, y en el que sólo convence uno de los fichajes del verano, el lateral danés Riza Durmisi.
El verano pasado, el director deportivo ya tuvo que pagar finiquitos importantes a hombres como Vargas, Westermann, Tarek, Braian, Kadir o Xavi Torres, y seguir pagando parte de las fichas de futbolistas como Van der Vaart (el 40 por ciento, del año que viene también), Digard, Portillo o Dani Pacheco. Aproximadamente, cinco millones de lastre para la planificación deportiva.
Apenas cinco futbolistas de la actual plantilla terminan contrato en junio: son el tercer portero Manu Herrera, Donk, Pardo, Cejudo y Álex Martínez. De ellos, a priori sólo el mediocampista cedido por la Real Sociedad tiene posibilidades de seguir. A Heliópolis deben regresar Fabián (Elche), Portillo (Getafe, que está obligado a comprarlo si asciende), Dani Pacheco (Getafe también), Digard (Osasuna) y Felipe Gutiérrez, en Brasil hasta diciembre.
El francés tiene una lesión (otra) de larga duración y con toda probabilidad habrá que rescindirle previo finiquito millonario. De todos los que están actualmente a préstamo, sólo el canterano Fabián podría entrar en los planes del Betis la próxima temporada.
Esa máquina de pagar finiquitos que en los últimos años está siendo el Betis se prepara para destinar otra partida importante, que va a cargo del límite de la Liga de Fútbol Profesional para pagar plantilla, a deshacerse de lastre. Es la pescadilla que se muerde la cola en Heliópolis.