CASTILLA
El Castilla se ha despeñado: las cinco razones de la crisis
En Logroño sumó su tercera derrota consecutiva y tiene el playoff casi imposible. Solari y fichajes millonarios como Sergio Díaz, en el disparadero.
1) Un mes en caída libre.
El Castilla remó y remó hasta alcanzar un lugar en zona de playoffs, con el 3-1 al líder Albacete como mejor ejemplo, pero se ha desplomado sin remisión. Tres derrotas consecutivas (Athletic B, Sestao y Logroñés) han dejado la cuarta y última plaza de acceso a las eliminatorias casi imposible. Doce goles en contra en los últimos cinco partidos con fallos absurdos, como el que encajaron en un error al alimon entre Lienhart y Carlos Abad en el 1-3 con el Arenas. Un equipo impotente para salir del atolladero. Este jueves se jugaba la vida en Las Gaunas y ya perdía 3-0 en el minuto 24. Con el Logroñés, el balance esta temporada es impropio de un equipo madridista: 0-8.
2) Solari, con la soga al cuello.
Había dudas en el club sobre su trayectoria a la hora de darle el Castilla, pero en verano lanzó un órdago: dijo que tenía una oferta de Primera. Se le dio las llaves del filial y está viviendo un via crucis. Su Castilla nunca ha sido regular, y sólo ha dejado flashes, pero parece que se le ha caído definitivamente. Su nerviosismo quedó patente cuando fue expulsado en Socuéllamos por protestar la expulsión de su jugador Campuzano… pese a que el Castilla iba ganando. Le costó dos partidos de sanción. Cuenta los días que le quedan en el banquillo. De hecho, si no fuera porque Guti está jugándose la UEFA Youth League, la Copa de Campeones y la Copa del Rey con el Juvenil, la transición podría haberse acelerado esta misma temporada.
Tras perder tres puntales esenciales (Marcos Llorente, Mariano y Borja Mayoral), el Castilla no se recuperó en verano. La mayoría de refuerzos llegó del Juvenil que el año pasado no ha tenido el nivel suficiente. Sólo Achraf ha sobresalido. Luca Zidane empezaba a hacerlo cuando sufrió la luxación del hombro. A diferencia del primer equipo, hay overbooking de laterales izquierdos (Hermoso, Quezada y Abner), exceso de mediapuntas (ese problema sí lo tiene Zidane) y Enzo Zidane y Sergio Díaz han tenido que buscarse la vida en las bandas, completamente desnaturalizados.
El Madrid pagó cinco millones de euros (y podría abonar cinco más en variables) al Cerro Porteño por el ‘Kun paraguayo’. El guaraní venía de jugar la Libertadores y se vio en los campos de Segunda B… Un shock similar al que vivió Odegaard. Sergio Díaz empezó bien, pero se ha quedado en cinco goles y no marca uno desde el 6 de noviembre al Sestao (actualmente penúltimo en la tabla). 148 días con telarañas en las botas. En su descargo está que una buena parte del tiempo se lo ha pasado jugando en banda. El otro fichaje ‘contrastado’, Nikos Vergos, llegó a última hora cedido por el Olympiakos tras una cesión previa en el Elche. También se ha quedado en cinco goles... A una galaxia de distancia de los 42 tantos que hicieron entre Mariano y Mayoral el curso pasado.
El Castilla de Solari recuerda a una versión aún más light del Castilla de Zidane que también encalló en el arrecife y no llegó a la costa. Es decir, un conjunto más bien plano. El filial no ha avasallado como otros años. En ningún partido logró más de tres goles, ni logró encadenar más de dos triunfos seguidos. Datos que plasman lo que las sensaciones transmitían: un Castilla gris y poco atractivo pese a los momentos de inspiración individuales de Febas, Valderde, Enzo Zidane o Campuzano.