Problemas para Pepe Mel: Su Depor se ha quedado sin gol
El equipo blanquiazul suma tres jornadas consecutivas sin marcar y desde la llegada del técnico sólo ha logrado un tanto en jugada.
Pepe Mel aseguró tras el encuentro ante el Granada que de marcar Borges el penalti “tendríamos dos puntos más, pero los mismos problemas”. El técnico es consciente de que tras la efervescencia inicial de su llegada, las carencias de la etapa Garitano siguen presentes y el mayor problema de los últimos encuentros está siendo la falta de gol. Porque el conjunto blanquiazul está atascado en ataque y aunque el técnico sigue moviendo piezas, el miércoles el equipo sumó la tercera jornada consecutiva sin ver puerta.
En el primer duelo de esta sequía puede atribuírsele gran parte de responsabilidad al entrenador blanquiazul, que ante el Celta hizo un planteamiento conservador que sólo permitió una ocasión de gol: el mano a mano de Borges, que de todas formas fue fruto de la presión alta y un grave error de Roncaglia más que de la elaboración deportivista. En Mestalla cambió de dibujo y probó con dos puntas. El Depor tuvo más presencia con Joselu y Andone, pero las mismas dificultades para pisar el área rival y escaso acierto.
En el partido más reciente, contra el Granada, Mel volvió al 4-2-3-1 habitual y subió la apuesta con tres mediapuntas de clara vocación ofensiva, alineando juntos a Carles Gil, Çolak y Marlos Moreno en la izquierda en lugar de Fayçal, hasta ahora indiscutible para él. El equipo fue de menos a más y, aunque sin continuidad, acabó generando varias ocasiones claras. Lo que falló el miércoles fue la puntería, uno de los grandes males que sufría el Depor con el anterior técnico.
Mel tendrá que seguir trabajando para engrasar la fase ofensiva, porque lo cierto es que estas tres jornadas no han hecho más que dejar al descubierto los problemas que en sus primeros encuentros tapó la estrategia. Porque en los siete choques que ha dirigido el técnico desde su llegada, el Depor ha anotado cinco goles y cuatro de ellos han llegado a balón parado y sólo uno de jugada, que como en la ocasión creada ante el Celta fue en una recuperación de Andone tras una pifia de Oblak.
La efectividad en los saques de esquina, que le dieron tres goles ante Sporting y Barça, ha desaparecido y la gran cruz están siendo los penaltis, con tres penas máximas falladas de las cuatro que le han señalado.
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