Góngora anestesia al Getafe y aleja al UCAM del descenso
El capitán fue letal a balón parado, marcando de falta el 1-0 y dando el 2-0. El Getafe tiró la primera hora de partido y compromete el ascenso.
Góngora, el capitán del UCAM Murcia, todavía no había jugado desde la llegada al banquillo de Francisco. El entrenador tuvo que echar mano de él como recurso ante la baja del sancionado Morillas, y Góngora copó todo el protagonismo: hizo el primer gol de libre directo y ejecutando la misma suerte le puso el balón en la cabeza a Jona para el 2-0. El UCAM Murcia se despega de la zona de descenso, mientras el Getafe ve como peligra su plaza de playoff con el Huesca ya a sólo un punto.
Si algo es previsible cuando un equipo se enfrenta al UCAM Murcia es que estando Góngora en el campo lo más inteligente es no cometer faltas a cuarenta metros a la redonda de tu portería. Alguien debió advertírselo a Álvaro Jiménez, quien no lo sabía o lo olvidó e hizo falta al borde del área. Góngora, un francotirador al que no le hace falta mirilla para poner la bala donde puso el ojo, la clavó.
Sabida y comprada la maestría de Góngora a balón parado a nadie extraña que el segundo gol llegase por el misma vía. Esta vez fue Molinero el que hizo falta. A Nono. La difícil posición, casi en la línea de fondo y a dos palmos del córner, poco hacía temer, pero la falta la ejecutó Góngora, el balón se fue cerrando y Nono la peinó de cabeza. Gol. 2-0.
Al descanso, el UCAM había anestesiado al Getafe. Los dos únicos remates entre los tres palos en todo el partido habían acabado dentro de la portería de Alberto.
El UCAM tiene interiorizado que donde el fútbol no alcanza sí llega la picaresca, y el rival no pasa un minuto con el balón sin que haya visto interrumpido su juego. Es la otra forma de anestesiar los partidos, y por eso toda su defensa vio tarjeta.
Que Bordalás dejase a Mora fuera del once era el síntoma más evidente de que el Getafe iba a ofrecer su cara menos defensiva, y de inicio comenzó presionando la salida de balón del UCAM. Buscando arriba al rival. El plan se quedó en intento, y todo el peligro real que llegó a generar el Getafe fue un remate al larguero de Damián en el 62’. Una hora tuvo que pasar para que el Getafe rematase entre los tres palos.
En ese momento despertó el Getafe, y en el 68’ Faurlin, de cabeza, pudo anotar al rematar una falta botada por Damián. Entró ahí el partido en su momento más dulce, buscándose las cosquillas los dos equipos, y a las ocasiones del Getafe se sumaron otras dos del UCAM, en especial una de Collantes, en jugada personal que necesitó la estirada del mejor Alberto. Siguió revoloteando Collantes en el área, pero siguió sin acierto en el remate.
Fuster, en el 78’, tras sortear a Biel en su mala salida, remató casi sin ángulo pero el balón se paseó por delante de la línea de gol. Ya con un Getafe desesperado, con balones colgados al área, Cala y Molina lo intentaron con flojos remates de cabeza que ningún problema generaron a Biel Ribas.
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