Hernán Pérez, el revolucionario
El paraguayo, que volverá al equipo titular mañana ante el Eibar, es el agitador perfecto. El cuerpo técnico destaca su "potencia" y descontrol.
Después de una primera parte horrorosa, en la que el Eibar le pasó por encima a un desordenado y bloquedado Espanyol y se marchó con 0-3 al vestuario, el toque de corneta de Hernán Pérez despertó al equipo perico. El paraguayo salió en el 46’, jugó de extremo, mediapunta, delantero y hasta de mediocentro, comandó los ataques blanquiazules desde distintos ángulos, por tierra, mar y aire, incluso marcó el 1-3 que dio inicio a la media remontada (3-3). Así es Hernán, el revolucionario, que mañana tiene muchos números de regresar al equipo titular en lugar del sancionado Pablo Piatti en Ipurua, un campo que le va como anillo al dedo.
“Destacaría su compromiso, su velocidad con y sin balón, su polivalencia y la capacidad que tiene para golpear desde distintas posiciones. Aunque le cuesta en ocasiones interpretar los espacios y conduce cuando no es recomendable, lo suple con su potencia”, destacan desde Sant Adrià. Unas cualidades que ya percató Horacio Gaggioli cuando lo vio por primera vez en Venezuela y lo llevó a un club puntero como lo era (y lo sigue siendo) el Villarreal: “Con 18 años, fue el mejor jugador del Sudamericano Sub-20, en el que también estaban selecciones como Brasil o Argentina. Marcó cinco goles, como Douglas Costa. Tiene esa competitividad en los genes, siempre jugó así, lo da todo y cuando los rivales bajan el nivel, él es capaz de mantener el 200 por cien”.
En el plano físico, Hernán es un portento. Un jugador de calle y no de gimnasio, aunque ahora es uno de los futbolistas que más disfruta con este entrenamiento paralelo en la Ciudad Deportiva. “Se hizo fuerte recorriendo campo a través el camino de su casa al lugar de entrenamiento, que estaba a 11 kilómetros. Llegaba a casa a las dos de la mañana y se bebía un vaso de agua antes de dormir. No tenía mucho más”, explica Gaggioli, mientras desde el cuerpo técnico se fijan en “su gran capacidad de salto y su agilidad”, otro de los aspectos que le ayudan a mejorar su rendimiento.
El paraguayo está participando como el curso pasado aunque Quique Sánchez Flores lo ha sustituido en 13 de los 18 partidos que ha jugado de titular. Hernán es nervio e impulso (es el jugador de la plantilla que lleva más amarillas, ocho, mientras que es uno de los que más faltas comete, 55), pero también es contundencia en el área rival, pues suma cuatro goles (22,22% de acierto) y una asistencia. El curso pasado jugó 33 partidos y anotó siete tantos y también dio una asistencia. En este va camino de acercarse a esas cifras.
Además, Hernán ha mejorado el porcentaje de acierto en el pase (71,68). “Es un jugador que siempre suma cuando sale al campo”, aportan desde Sant Adrià. Este sábado tiene un partido para lucirse.
Superó una lesión de rodilla y piensa en estudiar
La carrera de Hernán Pérez estuvo a punto de cambiar en abril de 2014. El jugador, en un partido de Liga entre el Olympiakos y el Apollo, se rompió el ligamento cruzado anterior de una de sus rodillas y estuvo ocho meses sin poder volver a competir. “Es un chico cumplidor, tenaz en el trabajo, que le gusta y que siempre hace todo lo que se le dice”, destacan desde Sant Adrià. Aquella lesión no fue un freno, sino que Hernán volvió más fuerte.
El extremo, que ha conseguido la nacionalidad española recientemente, está asentado y feliz con su familia en Diagonal Mar, aunque el resto de su familia sigue viviendo en Paraguay. El futbolista quiere seguir su camino en este deporte en el futuro, y ya empieza a preocuparse por lo que una vez cuelgue las botas, aunque aún tiene cuerda para rato (28 años). Hernán, que tiene contrato hasta 2020 con el Espanyol, está interesado en estudiar el Curso de Entrenador u otra titulación deportiva.