“Siempre seguí a Zinedine Zidane, que es mi gran referencia como jugador. Pero cuando se retiró me quedé con el que es el mejor del mundo en mi posición, Marcelo”. Lo dice, en inglés, la incorporación más convincente del pasado verano verdiblanco, el lateral internacional danés Riza Durmisi. Hijo de emigrantes albaneses y macedonios, Durmisi (Copenhague, 1994) es bajito, potente y muy rápido, con una magnífica proyección atacante y un gran golpeo de balón con su zurda. Sí, salvando las distancias recuerda a Marcelo y también algo más a otro de los mejores carrileros por la izquierda de la historia madridista, Roberto Carlos. Al Sevilla le hizo un buen gol de falta en el derbi. Estrenaba así su casillero goleador como verdiblanco para comenzar a justificar los dos millones de euros que pagaron al Brondby por él. Su cláusula es de 20 millones de euros y ya hay equipos que han preguntado su precio en Heliópolis. Los scouts de media Premier le siguen con mucha atención, porque a los 23 años y tras sólo algunos meses en una Liga competitiva tiene muchísimo margen de crecimiento. El escaparate del Santiago Bernabéu pondrá sus focos sobre él si Víctor no decide darle descanso esta noche. Sus eléctricas carreras por la banda zurda prometen en el mejor escenario del globo.
