Trashorras: "Cuando cuentas la verdad te quedas tranquilo..."
El capitán del Rayo cumplió su partido 200 con la Franja y vuelve a ser protagonista con Míchel. Rompió su silencio la pasada semana: "Es momento de estar juntos".
—La pasada semana rompió el silencio, ¿cómo fueron esos meses callado?
—¿Lo que más le dolió es que dijeran que se borró?
—¿Cómo analiza el cambio de la afición? De los elogios a las críticas.
—¿Hasta qué punto le perjudicó Sandoval?
—Seguramente me haya perjudicado, salieron muchas cosas que no eran verdad y la gente se quedaba con eso porque la otra parte no daba su versión. Por eso también he hablado, sin meterme con nadie.
—Entonces se habló de un vestuario fracturado, ¿se han cerrado las heridas?
—El grupo está bien. En todos los vestuarios hay conflictos, pero te pones la camiseta y da igual que ponga Zé, Rat, Embarba, Lass… Delante llevan el escudo y la Franja, son de los tuyos. Todos lo vemos así y vamos a una. Es momento de estar juntos para salvar no sólo a una institución sino al barrio y al sentimiento que hay detrás. Todos queremos que el Rayo vaya para arriba: afición, club, presidente, jugadores… Es la única forma, que el clima sea el idóneo y nosotros daremos el primer paso.
—¿Hablaron con el presidente cuando Baraja dejó a los pesos pesados sin convocar?
—No. Uno no puede ir al entrenador y decirle cómo jugar. Otra cosa es que me pida consejo u opinión. Con Baraja siempre he tenido buena relación. Decidió no ponerme y lo respeté.
—¿No pensó que ambos técnicos le señalaban?
—Es una mala racha. Ambos contaron conmigo al principio, luego no. Ahora Míchel cuenta conmigo. Si decide que me vaya a la grada, será algo deportivo y a eso no pongo reproches. Si se me falta al respeto o se dicen cosas que no, es otro tema. Siempre he intentado ayudar al equipo haya jugado o no. He cogido cosas buenas de ellos dos porque quiero seguir ligado al fútbol y se aprenden cosas.
—Ahora llega Míchel.
—Cuando él jugaba la gente no decía ‘vamos a ver al Rayo’, sino ‘vamos a ver a Míchel’. Está muy capacitado y tiene su idea de fútbol. Esta plantilla está para tener el balón y ser protagonista, y se ha ido viendo. Sé que mi rendimiento no ha sido bueno, ni el de mis compañeros, todos lo sabemos. Esperemos que con Míchel mejore.
—¿Hay cura para este Rayo?
—No está enfermo sino aletargado, debe despertar. Hemos ido dejando pasar el tiempo como si no pasara nada… Pero te metes abajo y hay que reaccionar ya. Con Míchel lo vamos a conseguir, hay que hacer más que el rival y en eso estamos: creando ocasiones, presionando, siendo valientes…
—Hábleme de la carta de Tebas…
—Fue hace tiempo. Recibí una carta de LaLiga y de Antiviolencia advirtiendo que si seguíamos apoyando a un grupo ultra, a Bukaneros, recibiríamos una sanción económica y deportiva.
—¿Se la remitieron a usted?
—Llegó al club y el club me lo comunicó. No lo dije para meterme con nadie, sino para que la afición sepa que a veces no se puede hablar y no significa que no la defienda.
—¿Seguiría en Segunda B?
—Sin duda. No lo digo por quedar bien, me he podido ir y el Rayo pesa más. Cuando se bajó y la gente nos aplaudió me fui con un sentimiento de culpa y quería devolver al Rayo donde se merece. Por eso renové.
—¿Sus hijas son del Rayo?
—Sí. Ellas se ponen la camiseta y muchos compañeros se han hecho del Rayo. Ser del Barça o del Madrid es muy fácil. Lo difícil es ser del Rayo. Me gusta que vengan al estadio y animen, me llena de orgullo. En Vallecas siempre las tratan muy bien.
—¿El favorito es papá?
—Sí, sí. El favorito es papá.
—¿Obligado?
—No, no (risas). Se conocen a los jugadores, se sabían la canción a Larrivey. Si el partido es tarde y se han acostado, nada más levantarse vienen a preguntarme cómo quedamos. Eso es bonito.
Narración Cádiz vs Rayo Vallecano | Liga 123