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VALENCIA

Camarasa le costaría al Valencia los 12 millones de su cláusula

El Levante no está dispuesto a negociar con el Valencia el traspaso del centrocampista Camarasa, que regresará a Orriols tras su año de cesión en el Alavés.

Camarasa, en el partido contra el Atlético de Madrid.
PAULINO ORIBEDIARIO AS

Si el Valencia definitivamente decide lanzarse a por Víctor Camarasa el próximo verano tendrá que rascarse el bolsillo. La secretaría técnica blanquinegra parece haberse fijado en el centrocampista, tal y como informó el periódico Superdeporte, y ahora mismo figura como uno de los principales objetivos para reforzar la medular la temporada que viene. Pero Alesanco y Vicente Rodríguez podrían pinchar en hueso ya que el Levante, según ha podido saber AS, no parece dispuesto a facilitar la salida del futbolista. Y menos si se trata del vecino de la capital del Turia.

Aunque por el momento ni tan siquiera se ha recibido ni un mero interés, el club granota ya tiene preparado el discurso por si llama el Valencia: “La cláusula”. O lo que es lo mismo, 12 millones de euros. Con el equipo en Primera División, como todo apunta que así será, Quico Catalán no se expondrá a debilitar su escuadra a cualquier precio. Y de sobra son conocidas sus dotes a la hora de negociar.

Novias no le van a faltar a Camarasa

Pero es de esperar que a por Camarasa no vengan solo los ché. El futbolista tiene complicado seguir en Orriols, por el interés que despierta y por el capítulo que protagonizó el pasado verano, pero habra que ver quién puja más por él y por cuánto.

Sigue el partido de la jornada 27 de LaLiga Santander entre: Valencia-Sporting.

Camarasa jugó en el Valencia más de una década

Para Camarasa el blanquinegro no es un color nuevo. Durante casi toda su infancia militó en las filas del Valencia, llegando a ser capitán en las categorías inferiores del club de Mestalla. Pero llegado el momento, como otros muchos jóvenes a esas edades tuvieron que abandonar el barco para encontrar los minutos y la confianza que no tenían en Paterna en otros sitios. Fue justo en el segundo año de la etapa juvenil cuando, sin sitio con los blanquinegros, cambió de bando y se enfundó la elástica azulgrana. A partir de ahí se fue haciendo importante en Orriols hasta debutar con el primer equipo y firmar una renovación que le erigía prácticamente en el nuevo emblema del levantinismo. El nuevo Vicente Iborra se podría decir. Pero los acontecimientos se precipitaron el pasado verano y el futbolista tensó la cuerda al máximo para forzar su salida. No quería quedarse en Segunda y, es más, demandaba un reajuste salarial. Llegó incluso hasta a negarse a entrenar como protesta y para que le dejaran salir de Orriols.