El Castilla sobrevive a un penalti y las rojas a Solari y Campuzano

El Castilla sigue encaramado a la parte alta de la tabla tras salir de Socuéllamos con tres puntos de puro sudor: remontó un 1-0 y una actuación más que controvertida del murciano Martínez Montalbán, que dejó al filial sin delantero (Campuzano) ni entrenador (Solari)… por protestar cuando los castillistas ya ganaban por 1-2.

Una tarde de idas y venidas en la que el equipo de García Cosín empezó mejor y acosando con Carlos García y sus interminables saques de banda a lo Bale, casi como si fueran córners. El Socu se adelantó en la primera decisión polémica de Martínez Montalbán. El Castilla pidió penalti por agarrón a Nikos, el balón voló al área blanca, y allí sí concedió una pena máxima cometida por Quezada. Óscar Martín engañó completamente a Carlos Abad, que volvía a estar bajo palos por la grave lesión de Luca Zidane esta semana, que le hará ser baja al menos tres meses. El propio portero tinerfeño demostró que no le ha pesado la inactividad y en el 43’ se sacó de la manga un paradón en una falta sacada por Salva que amenazó con colarse.

Sin embargo, fue Solari el alteró la dinámica. Dio entrada a Campuzano, un factor desequilibrante, y a los dos minutos de estar sobre el verde asistió (aunque involuntariamente, lo hizo con la cara) a Nikos para que este lograra el empate. Tres minutos más tarde, Nikos aún andaba revolucionado cuando obró la remontada en una acción en la que Enzo Zidane recuperó, Tejero prolongó y el griego, recorte mediante, cinceló y entregó por entre las piernas de Kevin. Golazo castillista.

A partir de ese momento, y aun con la doble expulsión relámpago, el Castilla no se descompuso, se las apañó para hacer el tercero con una falta lanzada por el hispano-dominicano Quezada y aguantar estoicamente los últimos coletazos manchegos. Un 1-3 de mucha valía que permite al Castilla seguir en zona de playoffs tras el tropezón de la jornada pasada contra el Toledo. El filial va lanzado.

Sigue el partido de vuelta de octavos de final de Champions League entre Nápoles-Real Madrid.