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SEVILLA

Escudé: "Nos dejaban amoniaco en el vestuario del Villamarín"

"Llegué a Sevilla con una bufanda verde y Monchi me dijo que era un color prohibido", recuerda. "Tras la muerte de Puerta llegó la fraternidad", incide.

Escudé, durante su despedida del Sevilla.
TONI RODRIGUEZDIARIO AS

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Julien Escudé valoró las claves del derbi entre Betis y Sevilla recordando los momentos que vivió cuando defendió la camiseta sevillista. Lo hizo en una entrevista con el diario francés Libération en la que deja anécdotas que definen la gran rivalidad entre ambos conjuntos: "Cuando llegábamos al campo teníamos amoniaco en el vestuario y las ventanas estaban tapadas. Al saltar al campo nos tiraban de todo. El club nos decía que no sabían nada, que el olor en el vestuario era debido a la limpieza. ¡Si tenían tapadas las ventanas con toallas! Había muchas trampas, botes de humo y contenedores de basura quemados en medio del camino del autobús al ir hacia el estadio. Debías salir a ciertas horas y cambiar incluso de itinerario para que los hinchas del rival no nos esperaran".

El ex central francés recuerda detalles de su llegada en este sentido: "Desde el primer día que llegas a la ciudad te das cuenta del fervor que existe. Hay dos colores, el rojo y el verde. El primer día que estuve en Sevilla llevaba puesta una bufanda verde. Monchi me lo dijo de forma delicada: hay una cosa que debes comprender, el verde está prohibido aquí".

También incidió en lo que ocurre tras el derbi: "Lo que más me llamó la atención fue cuando salíamos del hotel. Una vez jugado el partido en el campo del Betis, cuando cogí el coche para unirme al resto del equipo en el estadio, era una ciudad muerta. Tenía la sensación de estar en el lejano oeste. El viento, los papeles volando, como si algo fuera a pasar, como si unos cow-boys fuesen a salir a la calle. No había ni un ruido. A veces cuando íbamos hacia el estadio la sensación era rara, como si fuésemos a la guerra".

Escudé también insiste en que en Sevilla el "fútbol es una religión". Aborda por último los cambios que llegaron tras la muerte de Antonio Puerta: "Con su fallecimiento llegó una fraternidad alrededor de él. Muchas cosas cambiaron. Eso unió mucho a los dos clubes. Se ha normalizado, hay más fraternidad, ética deportiva. Sigue siendo un derbi muy poderoso pero ahora se juega al fútbol. Sigue siendo una fiesta. Sigue siendo un duelo caliente pero se queda en deporte".

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