El síndrome del último tercio
El Espanyol solo juega un 20% del tiempo en los 30 metros finales. La efectividad esconde los apuros en las transiciones. Únicamente en 5 partidos de 23 ha estado más tiempo en el campo rival que en el propio.Espanyol-Tenerife
Narración Espanyol vs Osasuna | Jornada 24 Liga Santander
Las tres únicas llegadas al área que el Espanyol hizo la pasada jornada ante el Real Madrid planean aún en el ambiente. El conjunto perico se mostró inofensivo. Pese a todo, y por sorprendente que parezcan, el del Bernabéu no ha sido el partido en el que los blanquiazules han llegado menos al último tercio de campo, o sea, merodeando el área rival. Un dato que desvela que la efectividad del Espanyol es máxima, pero que está lejos de mostrar ese juego asociativo que busca Quique Sánchez Flores.
Lo que le sucede a la escuadra perica se podría bautizar como el síndrome del último tercio. De las 23 jornadas que se han disputado, en 18 ha estado el Espanyol menos minutos en el tercio final del terreno de juego que en el propio, es decir, el de su área. Se lleva la palma la visita al Calderón, en que solo merodearon el área rival en un 13’6 por ciento del tiempo. Y, aun así, empataron, a cero, claro está, pues surtió efecto el plan de defender a ultranza. La paradoja se sublimó ante el Leganés: los pericos alcanzaron el último tercio solo en el 15’2 por ciento de los minutos de juego, por un 30’6 por ciento en el primero, el doble, y sin embargo el resultado fue un 3-0, el más holgado de la temporada. Llegar y besar el santo.
Aunque el tiempo de posesión en territorio rival no siempre se traduce en resultados, como muestra esa goleada a los pepineros, sí ayuda. Lo confirma el hecho de que sumó 11 puntos sobre 15 posibles en los cinco partidos en que sí estuvo más tiempo en el último tercio del campo que en el primero: Villarreal (0-0), Alavés (0-1), Deportivo (1-1), Granada (3-1) y Sevilla (3-1). El de los hispalenses es el récord, un 27’8 por ciento de los minutos, aunque sucedió en superioridad numérica.
El promedio de tiempo que pasa el Espanyol en los últimos 30 metros es de un 20’5 por ciento, esto es, solo una quinta parte del total. Un hecho que casa con que, después de Las Palmas, el conjunto perico es el que menos pase da a esa zona del campo. Ese déficit en las transiciones no se traduce en la clasificación porque el Espanyol es el equipo que menos chuts necesita para marcar, después de Barcelona y Sevilla.
El partido de la primera vuelta ante Osasuna, rival este domingo, es una demostración de todo ello: el Espanyol pasó un 19’3 por ciento en el tercio final y un 35’8 en el inicial, su área. Pero ganó. Por 1-2.