"No soy Piqué ni Ramos, pero siempre me dejo la vida"
Albentosa habló con AS tras la dura derrota del Alavés. No se esconde y se moja con el penalti a Manu García, los pitos de Riazor, el futuro de Garitano...
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—¿Cómo está el equipo tras perder con el Alavés?
—No podemos mirar atrás, sólo estar juntos y mirar hacia adelante. Fue duro porque creíamos que podíamos sacarlo adelante. Se nos fue otro partido de la nada. Pero no podemos excusarnos en nada y ahora hay que afrontar lo que viene con el doble de ganas.
—El equipo se vino abajo con el gol...
—Después del gol el equipo se hunde, es cierto. Ya no hubo segundo balón ni primer balón; ni centros ni remates; ni anticipación ni defensa... No fue por falta de ganas, fue que el equipo se vino abajo mentalmente.
"No hago fuerza ni empujo, pero tengo que mirarme el ombligo"
—¿Hizo usted penalti?
—Cada uno pensará lo que quiera. No hago nada de fuerza, ni empujo. Manu García es listo e hizo su misión. Hay contacto, sí, pero hay que medir a todos con el mismo rasero. Pero no hay excusas, tengo que mirar a mi ombligo y saber lo que puedo mejorar.
—¿Y los pitos que recibió?
—La gente es soberana. De los sitios que he salido, Elche, Murcia, San Roque de Lepe, Cádiz, Eibar y Málaga, puedo decir que siempre recibí buenas palabras. En A Coruña hay mucha gente que está conmigo. Entiendo que la afición esté nerviosa por cómo está el equipo y mucha gente leerá esta entrevista y criticará, otros no. No nos beneficia que nos piten, puede cohibir a un jugador, pero lo respeto.
—¿Le afectan?
—Intentaré que no, pero uno no es de piedra. Yo no he venido aquí porque tenga una gran calidad, sea amigo de no sé quién o invencible. He jugado en Segunda B, en campos de tierra... No soy ni Piqué ni Ramos, pero me dejo la vida por el club que me da de comer. Tengo a mi mujer y mis hijos en la grada y no quiero que me digan al llegar a casa que soy un jeta. Dejarlo todo en el campo es premisa básica para mí.
—Usted fue de los que se quedó en el campo al acabar...
—Ya viví en Cádiz situaciones muy difíciles como un 2-5 contra el Arroyo de la Miel. Caía una tromba terrible y nos tuvimos que quedar por la gente que había pagado por vernos en 2ªB. A nadie le gusta dar la cara para que te derrumben, pero hay que hacerlo. Lo hemos hablado y no volverá a pasar. No hay que darle más bola ni fustigarnos, hay que ayudarnos. Los primeros nosotros, que hemos ganado sólo cuatro partidos y queremos darles una alegría.
"El día de la Real fue crítico y lo supimos afrontar, hay que repetir"
—¿Qué importancia tiene el partido del Leganés?
—Es un reto, un partido para reivindicarnos. No ganamos fuera, hicimos partidos buenos y no ganamos, malos y te tocan la cara... Ahora es cuando va a salir la personalidad de los jugadores y es cuando más unido tiene que estar el grupo.
—¿Qué se juegan?
—Todo. No hay que mirar calendario ni nada, sólo al Leganés. No es el final, pero sí es una final. Hay que ganar sí o sí, juegue quién juegue.
—Y Garitano se la juega....
—Es más fácil tirar a uno que a once. Tiene sus cosas buenas y malas, sus creencias. Intenta revertir esto como sea, te aseguro que nadie quiere que lo echen de su trabajo.
—¿Lo ve fuerte?
—Sí, sin duda. Es muy suyo, se aísla mucho y le gusta trabajar en sombra, en lo bueno y en lo malo. No está teniendo la suerte de que el trabajo que hace le corresponda con victorias.
—¿Le influye a un jugador que su técnico se la juegue?
—Sentimentalmente puede, pero si ahora te afecta el nerviosismo o la ansiedad porque vayan a echar al míster va a ser perjudicial para el equipo. Hay que evadirse de ese condicionante. El día de la Real fue crítico y lo supimos afrontar, hay que repetirlo.
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