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ZARAGOZA

Agné se volverá a jugar el puesto ante el Nástic

El técnico de Mequinenza sólo ha logrado cinco de los últimos 21 puntos en juego y el Zaragoza está a ocho puntos del ‘playoff’.

Raúl Agné.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

“¿Mi futuro? Yo no miro por mí. Yo quiero ganar puntos y que le vaya bien al Zaragoza. Esa pregunta me importa un bledo". Así respondió Raúl Agné cuando se le preguntó el domingo por la noche si temía por su puesto, tras el afortunado empate frente al Alcorcón en Santo Domingo que deja al equipo aragonés a ocho puntos de la promoción y a cinco del descenso. Quizá el técnico de Mequinenza quiera aparentar que no está preocupado por su situación profesional, pero lo cierto es que se va a volver a jugar el puesto este domingo frente al Nástic de Tarragona, igual que hace tres jornadas en El Alcoraz.

Tras la derrota en la vieja Condomina frente al UCAM, a Agné le salvó de la destitución la dimisión de Narciso Juliá, que pidió encarecidamente a los principales del club blindar al técnico hasta que se cerrara su salida de la dirección deportiva. En ese tramo de dos semanas tras la derrota en Murcia, el Zaragoza empató ante el Lugo en La Romareda ––el entrenador estuvo también a punto de ser despedido–– y logró ganar el derbi aragonés, lo que supuso todo un balón de oxígeno para Agné, que ahora vuelve a estar contra las cuerdas.

El Real Zaragoza sólo ha sumado cinco de los últimos 21 puntos en juego, una serie pésima que le ha anclado en la 14ª posición de la tabla, más cerca de la Segunda B que del playoff. Y aunque las matemáticas todavía dejan abierta esta segunda posibilidad, el Zaragoza tendría que ganar 11 de los 16 partidos que restan hasta la finalización del campeonato, un promedio que dobla el que mantiene hasta ahora.

En el Zaragoza no se quieren tomar decisiones deportivas de relevancia hasta la llegada del nuevo director deportivo, pero si el equipo no vence el domingo al Nástic en La Romareda, Agné tendrá que hacer las maletas y será relevado por el técnico del Deportivo Aragón, César Láinez, al que Juliá no quiso colocar como recambio de Luis Milla cuando tenía todos los pronunciamientos de la propiedad y del consejo de administración de la sociedad anónima deportiva.