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Platas y Guillén siguen en la FEF años después y el Betis calla

Ollero, también expresidente y directivo, dimitió de su cargo nada más salir del club. De Pepe León hubo en su día quejas públicas y privadas.

Platas (derecha) y Guillén, durante una comparecencia pública en el Villamarín.
MIGUEL ANGEL MORENATTIDIARIO AS

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Muchos meses, años ya, después de haber dimitido de cualquier función en el Betis, los ex presidentes Miguel Guillén y Manuel Domínguez Platas siguen siendo directivos de la actual Real Federación Española de Fútbol, con las prebendas (dietas, viajes...) que ello conlleva. El hecho podría pasarse por alto si no fuera por los agravios comparativos que supone. Uno, que Juan Carlos Ollero, también expresidente verdiblanco y fuera del Betis bastante después que los anteriores, dimitió de su cargo en la FEF al poco de haber salido del club bético; y dos, y aún más sangrante: que a Pepe León, máximo mandatario en hasta dos ocasiones, tuvo que marcharse de la Federación porque desde el club verdiblanco se puso el grito en el cielo y así se solicitó a Ángel María Villar, pública y privadamente.

Domínguez Platas entró en la FEF durante su presidencia, que duró apenas seis meses, de marzo a noviembre de 2014. Antes había sido secretario y consejero. Platas sustituyó precisamente a Miguel Guillén (presidente desde junio de 2011) cuando el equipo verdiblanco enfilaba ya sin remisión el camino hacia Segunda División en la ya desgraciadamente histórica temporada de los 25 puntos, el más bochornoso de los muchos descensos que ha vivido la entidad de Heliópolis. Es decir que, para más inri, estos dos 'aprovechados' del sistema son, desde el cargo de mayor enjundia, responsables de la peor campaña en Primera del Betis en toda su historia.

Ollero tampoco se había quejado de que Platas y Guillén siguieran en sus cargos, es verdad. "Han presentado la dimisión pero Villar no les deja irse", se justificaba entonces desde medios oficialistas. Evidentemente, esto era una patraña a la que el propio Ollero no quiso contribuir marchándose de la Federación días después de dimitir como presidente, en febrero del año pasado.