REAL SOCIEDAD 0 - VILLARREAL 1
Castillejo da aire al Villarreal y aleja la Champions de Anoeta
El extremo marcó en el último minuto y mandó callar a la afición local. La Real Sociedad había sido superior en la primera mitad, pero el duelo se igualó en la segundaBetis-Villarreal: LaLiga en directo
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Samu Castillejo dio al Villarreal el partido que mereció ganar la Real Sociedad. Suena extraño, pero es el mejor resumen del partido número 500 de Anoeta. Porque si fuera un combate de boxeo, a los puntos el equipo merecedor del triunfo era la Real; pero quien dio el golpe ganador, ese derechazo contundente que noquea al contrario, fue el Villarreal. Samu Castillejo, más concretamente. Tras rematar un gran servicio desde la izquierda de Jaume Costa. Y en el minuto 93. Cuando más duele. O cuando más alegría produce. Un gol que permite al Villarreal respirar un poco, después de la goleada recibida en Europa. Y que frena la dinámica ascendente de una Real que ve alejarse el puesto de Champions a cuatro puntos.
Con todo, la Real Sociedad debería hacer autocrítica. Si no has podido ganar un partido en 90 minutos, en los que has sido completamente superior al Villarreal, no lo puedes perder en el tiempo de descuento. No puedes permitir al Villarreal crear una jugada de peligro de la nada y que te remate dentro del área pequeña. Porque el resultado es fatal. Y por el contrario, méritos del submarino amarillo, que después de sentirse dominado casi todo el encuentro, tuvo la valentía de levantarse en el tramo final y llegar con peligro a la portería de Rulli. Porque es verdad que la Real fue el dueño del partido, pero las ocasiones más claras, por paradójico que parezca, fueron del Villarreal. Y en los últimos minutos. Porque a Asenjo no de le recuerda ninguna intervención de mérito durante el partido.
Con todo, lo cierto es que la Real Sociedad entró al partido muchísimo mejor que el Villarreal, que en la primera parte de limitó sorprendentemente a defender, encerrado delante de su área para intentar salir a la contra. Pero fue sólo un intento, porque apenas pisó el área de la portería defendida por Rulli. Porque si alguien quiso jugar el balón y buscó la portería rival fue el equipo txuri-urdin, que tuvo toda la posesión. Y todo el dominio territorial. Sin paliativos. Con casi 70% de posesión. Aunque le faltó claridad en ataque. O pausa. Le sobró precipitación. Porque merodeó el area del Villarreal de forma constante. Y creó siempre sensación de peligro, sobre todo en la primera parte. Pero el acierto brillaba por su ausencia. Sobre todo Juanmi, que suplió con garantías a Willian José, hizo un trabajo notable, pero le faltó el acierto que sí tiene cuando sale desde el banquillo y marca casi sin querer.
La Real olió la sangre de un Villarreal deprimido, que estuvo apático toda la primera parte. Asediado por los donostiarras, apenas tenía la pelota, y no tenía ninguna presencia en ataque. Su paso por Anoeta en la primera parte fue testimonial. La Real le superaba en todas las facetas, menos en el gol. En defensa estuvo serio el Villarreal y concedió poco a los delanteros realistas, que no pararon de intentarlo una y otra vez.
El empate sin goles al descanso parecía un milagro. Y la sensación era que tras el descanso el gol txuri-urdin iba a llegar más pronto que tarde. Pero no lo hacía, y según pasaban los minutos, los realistas se iba poniendo más ansiosos, y el Villarreal tenía alguna opción de dar sustos aislados. Como la oportunidad de Bakambú tras el error de Rulli, o el remate al larguero de Bruno. Juanmi respondía, igual que Bautista o Vela. Pero el partido entraba en un correcalles que beneficiaba más al Villarreal, sometido todo el partido y que por fin se veía libre para salir al contragolpe. La Real no fue consciente de que el partido cambiaba de escenario, tuvo la sana ambición de seguir buscando el triunfo, pero se olvidó de leer el partido,el Villarreal lo aprovechó, y Castillejo lo remató. ¿Injusto? Seguramente. Pero si el fútbol son goles...