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BARCELONA

El Luis Enrique más agresivo queda condenado

Contestó mal a TV3 y, según Atresmedia, se encaró con el periodista recriminándole el tono de su pregunta pidiendo a tres miembros de su staff que no le tocaran. El canal de televisión niega cualquier incidente con el técnico.

Barcelona
Luis Enrique no encajó bien las preguntas de TV3, pero luego no pasó nada en el túnel.
Luis Enrique no encajó bien las preguntas de TV3, pero luego no pasó nada en el túnel.Christian HartmannREUTERS

EI 29 de noviembre de 2010 el Barcelona de Guardiola aplastó al Real Madrid de Mourinho por 5-0. Desencajado y sin tener la más repajolera idea de lo que había sucedido sobre el terreno de juego, el técnico portugués, tan agrio con la prensa como de costumbre, pronunció una frase para la historia de la ignominia del fútbol: “La derrota es fácil de digerir y de explicar. No hay nada que oponer al resultado, Un equipo fue mejor y el otro peor. No es algo extraño, a excepción de que es la primera vez que pierdo así”.

El martes pasado en el Parque de los Príncipes de París, después de que el PSG pisoteara al Barcelona por 4-0, Luis Enrique clavó el discurso de Mourinho de hace siete años. Sin tener la más mínima idea de lo que había sucedido sobre el campo se aferró a la idea de que el resultado era “fácil de explicar, muy sencillo porque un equipo ha sido mejor que el otro” y, como hizo, hace y seguirá haciendo Mourinho, la tomó con el periodista que le formuló las preguntas tras el partido, al que acusó de usar un “tonito” irritante que discrimina cuando se gana o cuando se pierde. Después de este desplante, según informó Atresmedia, el técnico se encaró con el periodista recriminándole el tono usado para preguntar y pidiendo que los tres miembros del cuerpo tecnico (psicólogo, asistente y jefe de prensa) no le tocaran. Se lo acabaron llevando al vestuario.

Puestos en contacto con TV3, concretamente con el equipo desplazado a París, este diario pudo saber que existió tensión en la zona mixta, pero que Luis Enrique jamás se encaró con el periodista. Lo único que dijo a los que le acompañaban en ese momento (el psicólogo Joaquín Valdés, su segundo Robert Moreno y el asistente de prensa Xavi Huarte) fue “dejadme en paz” cuando se lo llevaban al vestuario. Iba dirigido a los suyos, pero eso no quita que esté condenado y quede en evidencia.