El Barça despide a Miquel Rivero, el último imprescindible
Fue durante 30 años empleado del club y mano derecha del añorado Ricard Maxenchs. Falleció a los 72 años.
El cementerio de Montjuïc fue el escenario donde el barcelonismo despidió a uno de los suyos. Miquel Rivero fallecía ayer a los 72 años en el Hospital Moisès Broggi de Sant Joan Despí dejando tras de sí una manera romántica de hacer las cosas en Can Barça, donde fue uno de los últimos imprescindibles de un club que ha crecido de manera exponencial y que antes, no hace mucho, funcionaba en base a lo que se conoce como ‘gente de la casa’.
Ninguno como Rivero, que hizo de todo en el club, desde chófer del presidente, a representante institucional en las peñas pasando por la atención al jugador y a la prensa, cuando el departamento de comunicación lo formaban exclusivamente Rivero y el gran Ricard Maxenchs, la persona que creó la figura del jefe de prensa moderno en los equipos de fútbol a principios de los años 80.
Con Rivero se marcha una manera de hacer las cosas basada en la artesanía y el contacto. Una persona que deja en los que tuvimos la suerte de conocerle el poso de una proximidad que se ha perdido a favor de una organización de corporación multinacional. Rivero fue la proximidad, la fidelidad a unos colores y la complicidad con los periodistas peñista y aficionados que se acercaban al Camp Nou.
Con Rivero se apaga una época de empleados comprometidos que nunca fallaban y que estaban para lo que se les necesitara. Descanse en paz.
