Túñez: "En Tailandia marqué 41 goles en dos años y medio"

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¿Cómo se encuentra físicamente?

"Estoy bien, preparado para lo que el míster decida. He venido para aportar lo máximo posible. Condiciones y experiencia tengo, pero el entrenador es el último que decide".

¿Cree que puede notar la inactividad?

"Mi último partido fue el 28 de diciembre. No tuve vacaciones porque mi madre estaba muy enferma y tuve que decidir. Desde ese momento no he jugado pero tengo personalidad y condiciones para rendir bien. Apenas habré estado parado unos diez días en total".

¿Por qué decidió emigrar con 27 años a Israel y luego a Tailandia?

"En el Celta trajeron a otros futbolistas y me tuve que marchar. Hubo varias ofertas por mí, pero no se pusieron de acuerdo y acabé en Israel, en el Beitar Jerusalén. La experiencia fue buena. En Tailandia no pude decir que no a la oferta económica. Era un contrato imposible de conseguir siendo un central, salvo que estés en un grande. Pensé en mi familia y dije que tenía que irme porque era primordial para el futuro de los míos".

¿Cumplieron con ese contrato millonario?

"Sí, el Buriram United es uno de los mejores clubes de Asia en pagos, en directiva… Es una entidad espectacular y me sentí muy querido. Cuando mi madre falleció tuve que volver a España para estar más cerca de mi familia. Agradezco su comprensión".

¿Se arrepiente de haber tomado la decisión de abandonar la Liga española para irse a una competición tan exótica?

"Nunca me he arrepentido. Gracias a esta decisión disputé una Copa América en 2015 y fue gracias a que jugué a un buen nivel en Tailandia. Ganar títulos y competir en grandes competiciones es lo que todos queremos".

¿Cómo se explica que haya marcado 19 goles en una temporada siendo central?

"En realidad marqué 41 goles en dos años y medio, 19 de ellos solo en la última temporada sumando Copa, Champions asiática… Era el capitán y también tiraba los penaltis. De cabeza siempre voy bien. Gracias a mi 1’90 metros sé medir bien el balón por alto. Pese a ser central sumé cifras de delantero".

¿Qué anécdotas le dejaron sus pasos por Israel y Tailandia?

"Israel es espectacular. Allí hay buen nivel de fútbol. Jerusalén es ciudad muy religiosa. Me enamoró. Es curioso el Shabat Shalom cuando de viernes por la tarde a sábado por la noche vas por la calle con tu coche y no te encuentras a nadie. La liga tailandesa es diferente. Mi equipo podría competir en España en Segunda División porque juega bien el balón y lucha bastante. El problema es el desorden táctico. Hay muy buenos jugadores y partidos muy entretenidos, con bastantes goles. Éramos el mejor equipo, con el mayor poder económico… Había encuentros competidos contra los de arriba y ganábamos con mucha diferencia a los de abajo. En la primera temporada contábamos con futbolistas como Carmelo, ex del Sporting; Javier Patiño, ex del Córdoba; David Rochela, ex del Depor; o Manu Redondo, del Oviedo. El segundo año ficharon al brasileño Gilberto Macena, que estaba jugando en China; Diogo Luis Santo, por el que Olympiakos pagó 10 millones de euros en su época… Nunca se vio a un equipo tailandés con tanto poder en la Champions asiática, dimos auténticos repasos. Éramos prácticamente imbatibles".

¿Por qué el Elche? ¿Fue clave la presencia de José Luis Molina en la dirección deportiva?

"Sí, obviamente. En el momento en el que le dije a mi representante que quería volver a España, el Chuti mostró mucho interés. El Elche para mí fue siempre un gran equipo, con mucha historia. No me lo tuve que pensar. Para mí, los partidos contra este club siempre fueron complicados".

¿Qué le pasó en la rodilla en el año 2008?

"Contra el Lugo me rompí el ligamento cruzado posterior. El delantero regateó al portero y remató a puerta con la mala suerte que yo me tiré y di con la tibia en el palo y me hundí la pierna. Estuve nueve meses de baja porque me desgarré el poplíteo y me tuvieron que escayolar toda la pierna, perdiendo la masa muscular. Hasta que se me fue el miedo me costó recuperar el nivel".

Sus padres fueron emigrantes gallegos a Venezuela. ¿Cómo fue esa historia?

"La economía familiar no estaba bien aquí y mi padre tenía allí a mi abuela. Se fueron a Venezuela donde yo nací. Mi padre trabajó de ‘barman’, de carnicero… Mi madre nos cuidaba a nosotros y se dedicaba más a estudiar. Cuando yo tenía siete años volvimos a Galicia".

¿Su vuelta a la liga española piensa que puede suponer su regreso a la selección?

"No lo sé. Veremos cómo me afecta este cambio… Todo puede pasar. Es un tema complicado. La última llamada que recibí fue para la Copa América de 2016, pero no pude ir porque estaba jugando con mi equipo. No había parón. Soy una persona para quien lo primero es el equipo donde estoy. Si no hay parón, es complicado. Defender a un país es muy importante, es un orgullo enorme, pero ahora solo quiero ayudar al Elche".

¿Cuál es la primera impresión que tiene de su nuevo club?

"Todo está muy bien. Es un club espectacular, con una calidad humana impresionante. Eso es clave para hacer equipo. Hay que ir paso a paso".

¿Le ha sorprendido algún compañero en concreto?

"Todos. A Pelegrín le conozco porque coincidimos en un crucero e hicimos buena amistad. Es una gran persona. Eldin es un excelente jugador, con una calidad impresionante… Pedro está lesionado pero parece un tío simpático. Futbolísticamente quien más me ha llamado la atención es Nino. Es espectacular, un rematador nato. Con tener el balón demuestra que infunde respeto a la defensa rival".

¿Se maneja mejor con tres centrales o con línea de cuatro?

"He jugado con tres y con cuatro atrás. No es un problema para mí. Con tres centrales me he posicionado en el centro o como central zurdo. Y con línea de cuatro, de derecho o de izquierdo. Con Venezuela, por ejemplo, Amorebieta también era zurdo y yo jugaba a su derecha porque me adaptaba mejor. El sistema da igual si predomina el orden táctico".

En su presentación dijo que venía a luchar por el ascenso y que no renunciaba a la segunda plaza. ¿Se pasó de optimista?

"No, yo soy ambicioso. Cuando vi la tabla estábamos a cuatro puntos del Tenerife y a seis del descenso. Soy consciente que ahora hemos perdido y estamos a cinco puntos (seis tras el empate del Lugo) del playoff. Esto es el Elche, un gran equipo. Si hubiésemos ganado en Tenerife, nos hubiésemos metido en la lucha. Ahora hay que ir poco a poco. Encadenar buenos resultados con trabajo, lucha y fuerza. Siempre soy optimista y si no fuese así no hubiese llegado hasta donde estoy".

¿Ve plantilla para luchar por el ascenso?

"Sí, hay una gran plantilla. Desde atrás hasta la delantera, pero para tener posibilidades hay que esforzarse mucho. La Segunda División en España es una de las competiciones más difíciles de todo el mundo".

Por último, ¿por qué le apodaron el Tigre de Bertamiráns?

"Porque me metí con un tigre en una jaula para hacer un reportaje y a partir de ahí comencé a marcar muchos goles. Por eso me quedé con ese simpático apodo".

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