Más nacionalidades que en el Deportivo de la ONU
En la actual plantilla hay 14 y en la 97-98 se llegó a 13. La ley Bosman cambió todo en 1995 y Lendoiro se lanzó al mercado comunitario.
El 15 de diciembre de 1995 una sentencia del tribunal de la Unión Europea en Luxemburgo cambió el mundo del fútbol para siempre. Fue lo que se denominó la Ley Bosman, que en la práctica implicaba la apertura de fronteras para todos los jugadores comunitarios. Sus efectos se hicieron notar de inmediato en el fútbol europeo y la temporada 96-97, la primera después del nacimiento de la ley Bosman, significó una enorme revolución. Uno de los clubes que lo explotó a fondo fue el Deportivo.
Lendoiro, en su búsqueda de seguir compitiendo con los grandes, vio una puerta abierta y el vestuario, que entonces dirigía Toshack, se convirtió en una pequeña Torre de Babel. En un sólo año el equipo coruñés pasó de contar con 21 jugadores españoles a una plantilla en la que convivían once nacionalidades distintas. Aquel equipo pasó a la historia como el ‘Depor de la ONU’, aunque todavía no había tocado techo. La siguiente campaña se inició en el banquillo con Carlos Alberto Silva, fallecido la pasada semana, y desfilaron por el vestuario jugadores de 13 países y, contando con el mercado invernal, pasaron por Riazor hasta 22 futbolistas no nacidos en España.
Además del número de foráneos, se crearon diversas camarillas, ya que había cinco brasileños (Mauro Silva, Donato, Flavio, Djalminha y Luizao), tres franceses (Bonnissel, Martins y Madar) o tres marroquíes (Naybet, Bassir y Hadji). Además, Silva le retiró la capitanía a Fran y se la dio a Mauro. La apuesta no funcionó y Corral, que cogió al equipo a mitad de curso tras la destitución del brasileño, acabó tirando de la cantera en lo que se llamó el ‘Baby Depor’. Fue el momento de los David, Aira o Padín. Los canteranos aumentaron la presencia nacional de un vestuario en el que en realidad sólo había seis españoles de peso (Fran, Manjarín, Ramis, Paco, Alfredo y Nando) que quedaron en menos con la salida en invierno de Nando y Alfredo.
La siguiente campaña llegó Irureta y poco a poco el Depor se fue nacionalizando y recuperando el acento español del equipo. Ahora, aunque el número de extranjeros es menor que el ‘Depor de la ONU’, hay más nacionalidades. En el vestuario de Garitano conviven 14 países distintos (serían 15 con el holandés Babel) tras el fichaje del portero Roef, curiosamente un jugador belga como Bosman. Mención aparte son los españoles nacidos en el extranjero. En la actual plantilla está Joselu (Alemania), pero en de la 97-98 había más: Armando (Francia), Deus (Suiza), Maikel (Alemania) y Carlos (Venezuela). Si todos se considerasen españoles, sin duda el Depor de la ONU sería el actual.
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