Voro, el resucitador
El regreso de Voro al banquillo del Valencia ha devuelto la confianza al equipo blanquinegro. Lo que ni Pako Ayestarán ni Cesare Prandelli pudieron conseguir, lo está logrando el delegado del equipo, ahora primer técnico y uno de los puntales del área deportiva del proyecto de Meriton.
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Los números. La estadística es incontestable para Voro en el Valencia. Sigue siendo el entrenador con mayor porcentaje de victorias de la historia pese a que siempre ha cogido el equipo en problemas, pero esto ya no es lo más importante. Ha conseguido en menos de un mes lo que no lograron otros en bastante más tiempo. Por un lado el Valencia ha sumado 13 de los 19 puntos que lucen en su casillero con Voro en el banquillo: 4 victorias, 1 empate (en el último minuto ante Osasuna) y 1 derrota (contra el Atlético que era líder entonces). Asimismo, en Villarreal logró lo que llevaba el Valencia muchos meses sin lograr: dejar la portería a cero. Hacía 25 partidos que el conjunto ché no se marchaba a los vestuarios con el cero en el marcador rival. En Villarreal lo logró. También hacía casi cuatro meses que no se lograban dos triunfos seguidos. En septiembre se logró vencer a Alavés y Leganés consecutivamente. Ahora lo ha logrado ante Espanyol y Villarreal, dos rivales con más calado.
Apuesta por Soler. La mayor novedad en los onces de Voro ha sido la apuesta por el canterano Carlos Soler. Y el centrocampista ha respondido echándose a la espalda el peso del equipo. Hacía tiempo que llamaba a la puerta de los onces iniciales pero Prandelli no se atrevió a darle una camiseta de titular. Voro no sólo lo ha hecho sino que le ha dado un papel preponderante. Además, el técnico fue fundamental a la hora de tomar la decisión de hacerle definitivamente ficha del primer equipo a Carlos Soler. El canterano marcó su primer gol con la camiseta del Valencia en el estadio de la Cerámica.
Implicación. Prandelli nunca se hizo con las riendas de un grupo fragmentado pese a que llegó con la vitola de ser un entrenador con experiencia en vestuarios difíciles. Su técnica del palo de cara a la prensa y zanahoria, en el interior de la caseta, no funcionó. La rueda de prensa con el famoso ‘Fuori’ fue su sentencia de muerte con el grupo. Apenas cruzaba la palabra con un par de futbolistas. El carácter y la forma de ser de Voro ha cambiado este aspecto de forma radical. La plantilla está a muerte con su entrenador y eso se ve en cada partido. El núcleo del grupo sabe que este es el entrenador que tiene que llevarles a salir de abajo y la mayoría está con él.
Intensidad y orden. Pero no sólo ha mejorado en el aspecto anímico el equipo. En el campo, todo ha cambiado. Lo primero que se ve en un primer vistazo es el orden con el que atacan y defienden. El Valencia fue en Villarreal un equipo como no lo había sido en toda la temporada: ordenado y disciplinado. Además, el equipo ha ganado en intensidad. Ahora se ganan los duelos individuales. Los jugadores ponen intensidad en cada acción y esto repercute en el beneficio de todo el grupo. Ante el Espanyol y el Villarreal se ganó el partido a base de intensidad. Se encarriló el partido en el primer tiempo tras un formidable arranque, en ambos partidos. También ante Osasuna se salió bien aunque se acabó empatando al final.
Los pesos pesados. La llegada de Voro hasta final de temporada ha sido bienvenida por los pesos pesados del vestuario. La relación de Parejo con Voro es excelente. Se sigue queriendo marchar pero el hecho de que esté Voro le tranquiliza para el caso cada vez más probable que tenga que acabar la temporada en el club. Más explícito fue Enzo Pérez que le llenó de elogios tras el partido contra el Villarreal. “Voro es un tío que va de cara. No como otros que dicen una cosa en el vestuario y otra en la prensa”, vino a decir el capitán que se mostró retador en la zona mixta. También otros como Nani han demostrado en el campo que quieren marcar las diferencias. El portugués fue clave en las dos victorias y está a gusto jugando en la posición que le pone Voro, pegado en la banda izquierda. Con todo este caldo de cultivo, Voro está resucitando a un Valencia que caminaba en el alambre con el abismo bajo sus pies.
