El Lega decidirá el viernes sobre los campos de Leganés Norte
La intención es desechar este proyecto y erigir otros nuevos en la Instalación Deportiva Butarque. Las quejas vecinales, origen de la renuncia.
El Leganés está muy cerca de renunciar al proyecto de construcción de sus dos nuevos campos de entrenamiento en el barrio de Leganés Norte, en la carretera de circunvalación que une el Estadio Municipal de Butarque y el centro comercial Parquesur. El próximo viernes el club decidirá si sigue adelante con la idea inicial original de erigirlos sobre suelo público (cedido por un periodo de cuatro años tras el cual la instalación pasaría a manos municipales) o si propone al Ayuntamiento hacerlos en la Instalación Deportiva Butarque, espacio en el que ahora se ejercitan los de Asier Garitano.
El motivo de esta renuncia nace de la fuerte presión vecinal surgida en las últimas semanas en contra del proyecto pepinero. Si finalmente se completa esta marcha atrás, la idea inicial del Leganés es que los dos nuevos campos de entrenamiento se construyan en la Instalación Deportiva Butarque, donde actualmente trabaja el equipo pepinero.
Esta Instalación se asienta sobre un terreno en el que hay buena parte sin ocupar y donde, por cierto, quiere el Lega que se erija más adelante su futura Ciudad Deportiva. La previsión es que el Ayuntamiento no ponga problema alguno a esta solicitud toda vez que la Instalación Deportiva Butarque se encuentra dentro del convenio municipal de colaboración entre ambas entidades.
Se trata de una instalación construida en los años 90 y donde, desde que el equipo ascendió a Segunda División, en la temporada 2014-2015, ha sobrevivido a duras penas. Los vestuarios y gimnasio son los originales adecentados con un puñado de mejoras no muy acordes a la categoría en la que militan los blanquiazules. La Instalación (que comparten con un club de tiro con arco y un club de tenis) cuenta con un único campo de césped natural.
"Si el Leganés quiere seguir en el fútbol profesional, sea en Primera o en Segunda, debemos mejorar las instalaciones. Así no sobreviviremos en la élite mucho tiempo", ha venido denunciando en las últimas semanas Asier Garitano. Un hecho corrobora sus reflexiones: ha habido jugadores que no han fichado por el Leganés al descubrir en qué tipo de espacio deberían ejercitarse.
El origen de la renuncia
El germen de esta potencial marcha atrás nace de la Asociación de Vecinos de Leganés Norte. El colectivo organizó el domingo 15 de enero una manifestación en la que reclamaban que el Consistorio dotase al barrio de otros espacios de uso público como un polideportivo o una piscina cubierta. Los organizadores insistieron en afirmar que no se trataba de una marcha contra el Leganés, sino complementaria. Su deseo no era evitar la construcción de estos dos campos, sino que el Ayuntamiento, además, hiciera mejoras que llevan años reclamando.
Una idea que contrasta con la denuncia que, días antes de esa marcha, presentaron ante los Juzgados de Leganés. La asociación de vecinos denunciaba que las obras de allanamiento de los terrenos habían comenzado sin autorización alguna o sin que se hubiera ejecutado la cesión oficial de los terrenos.
Ante estos hechos, el Leganés ya amagó con renunciar al proyecto días antes incluso de que la manifestación se celebrase. El club decidió, finamente, aguardar a la espera de nuevos acontecimientos.
Viendo que la tensión no se ha rebajado, hoy el máximo accionista del club, Felipe Moreno, se ha reunido con los grupos políticos y les ha expesados sus intenciones. Será el viernes cuando, en un encuentro con el Ayuntamiento, se comunique la postura definitiva.
