Nervión estará hoy bajo la lupa por los insultos de la afición
El club sevillista insiste a toda su afición para que los evite. Seguridad: al igual que el del jueves, el partido no será de alto riesgo.
Tras la sucesión de comunicados hechos públicos entre la noche del viernes y la mañana de ayer, el Sánchez-Pizjuán volverá a ser mirado con lupa esta noche por el observador de la Liga. Sabedor de este punto, la entidad de Nervión ha hecho mucho hincapié tanto en su comunicado como por redes sociales pidiendo a sus aficionados para que los eviten. A priori, parece que la insistencia puede funcionar puesto que a través de las redes sociales diversos colectivos sevillistas están promoviendo que se realicen pitadas a Sergio Ramos o que se enseñen pañuelos. Si el observador de la Liga hiciera observaciones sobre insultos graves en su informe el Pizjuán se expondría a un cierre parcial de la grada y a una multa económica.
El caso es que, al igual que sucediera el jueves, el partido no ha sido declarado de alto riesgo. El principal motivo es la ausencia de ultras visitantes, mientras que se espera alrededor de 300 madridistas que no deben tener el mayor problema en los aledaños de Nervión.
Pese a no ser de alto riesgo, el Sevilla reforzará su dotación de seguridad privada como si el partido lo fuera. Esto quiere decir que habrá 265 miembros de seguridad privada dentro del estadio, a los que se sumarán cuatro equipos de perros detectores de material pirotécnico y explosivos. Todo estará bajo control para lo que se espera sea una fiesta del fútbol.
El Sevilla solicitó formalmente a la Liga que denunciara la celebración de Sergio Ramos del jueves, recibiendo respuesta negativa por parte del organismo. Sin embargo, la entidad está valorando y tiene prácticamente decidido que sea el propio club el que denuncie el comportamiento del capitán madridista. En la directiva existe un gran enfado con Ramos puesto que, sin justificar en ningún momento los insultos que recibió, se considera que con su actitud se tiró a la basura el trabajo de los últimos años por las dos partes para que la situación se normalizara y Ramos fuera recibido en su casa de forma cordial.
Lo que apuntaba a una noche mágica en Nervión, con el ambiente que caracteriza al estadio sevillista, se ha visto enturbiado en la previa, aunque el club no pierde la esperanza de que esta noche se pueda vivir una fiesta en la grada con cánticos pero sin insultos. El Sevilla aspira a acercarse al liderato.
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