Uno por uno del Atlético: Un gol consolida el ascenso de Gaitán; Godín vuelve a mandar
El argentino, espoleado por el tanto, jugó con la convicción y el esfuerzo que le pide el Cholo. El uruguayo estuvo concentradísimo para eliminar cualquier reacción sevillana.
Moyá. Respondió como debe a un disparo de Rubén Castro y después solucionó también bien un remate de Jonas dentro del área. No tuvo prácticamente ningún mal paso, le probaron varias veces desde media distancia y siempre respondió bien colocado. Hasta salió para descolgar algún centro en lo que suele ser la tarea en la que menos brilla.
Vrsaljko. Energía y vigor siempre, pero le faltó algo de claridad en varias subidas. Y empezó bien porque en una de las primeras descargó el centro que terminó en el gol. No pasó por los apuros defensivos que se encontró en Éibar en ningún momento.
Savic. Guardó bien la línea en la primera parte, pero sus despejes no fueron tan rotundos como otras tardes y uno en particular metió al equipo en unos aprietos que solventó Moyá. Después se fue encontrando pero sin transmitir la impenetrabilidad de otras noches.
Godín. Concentradísimo y poderoso en las dos áreas. En el 8´se incorporó muy bien para ponerle de cabeza a un Griezmann que reventó la pelota por encima del larguero. Después volvió a aparecer en los dominios de Adán para ganar otro balón por alto. En torno al 60´tiró de oficio para aparecer en unos momentos de cierta presión bética. Le costó un fuerte golpe de Piccini. Fue un Godín sólido que estuvo muy atento para liquidar cualquier esperanza bética.
Filipe. Participó bien en el triángulo que formó con Gaitán y Koke, pero aún dista del jugador que decidía y que amenazaba en el primer tramo de la temporada.
Saúl. Le costó encadenar dos acciones positivas seguidas. Continuar una buena recuperación con un buen pase o un regate brilante con un centro. La grada le recriminó algún error en la entrega. Sigue teniendo minutos en busca de su mejor versión, pero aún le queda.
Gabi. Tuvo un papel discreto en la creación. Sigue con un rango muy alto de minutos en el campo. Sereno en defensa en otro partido más con en el piloto automático.
Koke. Lideró bien al equipo en la buena primera media hora, con precisión y mando. Anduvo también hábil para sujetar la salida del Betis tras pérdida y tuvo en la primera parte mucha actividad con la pelota. Tras el descanso ocupó varias posiciones, a derecha y a izquierda, hasta volver al centro y terminar de manejar el partido con criterio hasta el pitido final.
Gaitán. El gol consolidó su buena puesta en escena y se llenó de confianza. Poco después ponía un centro de gol al área que casi se convierte en el segundo. Bien por fuera, con buen pie y determinación por dentro para combinar o conducir generando dudas en la defensa bética. Se tornó protagonista en la etapa dominadora del Atlético y pasó a secundario cuando se alargó la posesión bética y se limitó a esperar acostado a la derecha. Sigue en ascenso.
Griezmann. Durante el primer acto se afanó en desahogar el juego entre líneas ayudando en la circulación y generando espacios como sucedió en la jugada del gol de Gaitán. Sin embargo también, en algún momento, le sobró toque y le faltó verticalidad. Godín le preparó de forma inmejorable una ocasión que malogró. Dinámico en el frente del ataque y, como siempre, solidario.
Torres. Su primera aceleración llegó en el 54' asistido por Koke, pero Adán le tapó bien el remate. Hasta entonces no había dejado ni un desmarque que agitara el partido. A renglón seguido encadenó otra que cerraron bien entre tres béticos. Sigue sin encontrar el camino del gol.
Carrasco. Entró por Gaitán e inmediatamente trató de sacudir el partido. Al poco tuvo la primera pero Adán respondió muy bien a su disparo dentro del área. Parece haber digerido bien tanto la suplencia como el toque de Simeone. Entró con ganas para aportar desequilibrio y verticalidad.
Gameiro. su entrada revivió algo el juego ofensivo del Atlético y activó a un Griezmann que parecía echarle de menos en la segunda parte. Un par de buenas asociaciones. Ayudó a estirar al equipo para que no pasara a apuros en la recta final.
Giménez. Salió al campo en el tiempo añadido para matar el partido.