Quique Setién: “Con el Barça de Cruyff se me abrió el mundo”
Técnico de fútbol estético y elaborado. Setién lleva a Las Palmas por un camino firme y hoy llega al Camp Nou apoyado en una idea que no cambiará.
Es usted un entrenador feliz, supongo.
Normalmente soy un hombre feliz. Estoy haciendo lo que me gusta en un sitio apropiado para cómo yo entiendo el fútbol.
Su currículum dice que usted no es un tipo fácil.
Con los años te vas atemperando y sabes que no siempre tienes razón. Pero hay cosas que no me pasan por el gaznate. Yo siempre advierto que mi manera de entender el fútbol no la voy a cambiar nunca.
¿Cómo es su fútbol?
El futbol es para mí algo pasional. Un sentimiento que sigo disfrutando cada vez que veo un balón delante. El fútbol lo es todo. Es una manera de disfrutar de la vida.
Hay quien lo afea...
Sí, hay gente que quiere ganar sin importarle la manera. Pero hemos de guardar las formas. Tenemos un compromiso con el espectáculo. Lo importante es que al futbolista no se le someta a una tensión tan exigente que pierda el talento.
Filosofía profunda...
Yo siempre, desde joven, he sentido el fútbol muchísimo, pero no lo entendía muy bien. Hasta que no vi jugar al Barcelona de Cruyff... en ese momento se me abrió el mundo. Empecé a entender que el fútbol era colectivo, que asociándote bien podías hacer que tuvieras el balón todo el partido. Cuando empiezas a correr detrás del balón y no llegas, es cuando te das cuenta de lo que te gusta y no te gusta.
Después, el de Guardiola...
Con estos entrenadores es cuando empiezo a entender el fútbol. Cuándo hay que tocar, pasar, los espacios… Todo eso es muy complejo para muchos futbolistas. Esto es lo que intentas comunicar a los jugadores, tener el balón y correr lo menos posible detrás de él. Tengo centrales con 34 años, como David García, al que nunca le pidieron la responsabilidad de pasar un balón al compañero.
En el fútbol actual ya juega con el pie hasta el portero.
Para equipos como el nuestro es fundamental que dé continuidad al juego. Hay que jugar once contra once y la primera superioridad la genera el portero. En unos años los porteros jugarán como los centrales.
¿Va usted hacia la élite?
Yo no soy un entrenador de élite. No sé si tengo capacidad para estar ahí algún día, decidirán los hechos. Pero le digo algo: veo equipos de entrenadores de élite que no me gustan, y veo equipos de Segunda B con entrenadores que me encantan.
¿Ambiciona estar en un club con aspiraciones de títulos?
Mi ambición es poder entrenar mañana. Yo tuve muchas ambiciones como jugador, pero como entrenador no tengo grandes ambiciones, ni deportivas ni económicas. Mi ambición es que en Barcelona hagamos un buen partido y que mis jugadores tengan muy buenas sensaciones. No quiero tener ni una casa más grande ni un coche más grande, y ya me entiende.
¿Qué haría usted trabajando con un Cristiano o un Messi?
Estos futbolistas son los más fáciles de gestionar. Todos los compañeros están dispuestos a aceptarlos porque están por encima del entrenador, del club, de todos. Son futbolistas únicos que te resuelven los partidos. El problema es cuando das jerarquía a futbolistas que no se lo merecen.
¿Su futbolista ideal?
Me gustan los que son de 38 partidos y 90 minutos. No los de dos acciones y 20 minutos. Futbolistas fiables. Para mí un chaval ejemplar es Busquets; Modric, también es extraordinario. Están a las duras y a las maduras. Me encantan.
¿Renovará Setién en Las Palmas?
He hecho una propuesta al club en todos los sentidos. Ellos ya saben cómo soy yo. Tienen que valorar el estatus que yo he adquirido y tienen que saber si quieren tener a un entrenador que ha conseguido cosas. Hay sintonía y espero que no haya problema.
Tendrá usted tentaciones.
El dinero no me llama. Si estoy a gusto no tengo por qué cambiar. Soy igual de ambicioso en Las Palmas que lo sería fuera. Me iría, pero no por ambición personal, a un Barça, Madrid, Atlético… Iría porque sería un lujo entrenarlos, pero también aquí estoy a gusto. No hay mayor título para mí que oír que mi equipo juega bien.
¿Con quién le gustaría sentarse a hablar de fútbol?
Vi una entrevista de Valdano a Simeone y me encantó. Era una conversación de dos personas de fútbol con una experiencia enorme. Eso me enriquece, me hace mejor de lo que soy. Incluso sin entender el fútbol como Simeone, lo importante es el sentimiento de Simeone, me parece extraordinario lo que ha conseguido. Es como lo que ha hecho Zidane, tiene un equipo comprometido, que corre, que trabaja como antes no lo hacía. Eso habla más que de una táctica.
¿Qué se considera como un buen entrenador?
Los entrenadores buenos son los que consiguen sacar lo mejor del jugador. Estamos para que ellos sepan que hay un orden, una disciplina y están obligados a entenderse. Si no hay una idea real de juego, solo estás expuesto al talento individual. Todos deben ceder cosas al servicio del equipo.
¿Pizarra o psicología?
Mi secreto es darle al futbolista lo que quiere: el balón. Al 99% de los futbolistas no les gusta correr sin balón. Yo les digo que hay una parte del partido que no tendremos el balón y hay que sacrificarse. Si les dices que lo tendrán el 70%, correrán el 30% restante a muerte para conseguirlo. A mí no me gustaba correr detrás del balón. Hasta en el patio del colegio, los niños quieren el balón.
¿De quién aprende?
De todo el mundo. Leo mucho, veo mucho y me rodeo de gente que sea mejor que yo en muchas cosas. Por ejemplo de preparación física entiendo lo justo y hago caso de los preparadores que creo son buenos.
Se sentaría a comer con...
Con Messi, Modric, Busquets, Guardiola… interpretan el fútbol como yo. Me encantaría que todo el mundo se inclinara por este tipo de fútbol. Yo siempre le estaré agradecido a Luis Aragonés porque transformó a nuestra Selección en algo que yo sentía y le dio el protagonismo a jugadores que jamás lo habían tenido. Igual que la llegada de Cruyff al Barça y acabó convenciendo a todo el mundo.
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